Muster impone su físico a Costa en la quinta manga

Los 28 años no parecen perturbar al austríaco Thomas Muster. Al contrario, es precisamente a esa edad cuando parece haber, encontrado la plenitud de su juego. Hace dos años que nadie puede con él cuando se desenvuelve en pistas de tierra batida,. Desde 1995 sólo dos jugadores han conseguido vencerle en superficies lentas: Álex Corretja y Albert Costa. Sin embargo, ayer Costa sucumbió de nuevo ante el que es considerado ya el rey de la tierra. Muster le ganó en la final del torneo de Montecarlo, pero tuvo que agotar las cinco mangas: 6-3, 5-7, 4-6, 6-3, 6-2 en tres horas y ocho minutos.Los duel...

Los 28 años no parecen perturbar al austríaco Thomas Muster. Al contrario, es precisamente a esa edad cuando parece haber, encontrado la plenitud de su juego. Hace dos años que nadie puede con él cuando se desenvuelve en pistas de tierra batida,. Desde 1995 sólo dos jugadores han conseguido vencerle en superficies lentas: Álex Corretja y Albert Costa. Sin embargo, ayer Costa sucumbió de nuevo ante el que es considerado ya el rey de la tierra. Muster le ganó en la final del torneo de Montecarlo, pero tuvo que agotar las cinco mangas: 6-3, 5-7, 4-6, 6-3, 6-2 en tres horas y ocho minutos.Los duelos entre Muster y Albert Costa han adquirido connotaciones especiales. Mientras Sergi Bruguera no se recupere por completo de su lesión en el tobillo y mientras los primeros jugadores del mundo no acaben de ajustar su juego a las características de la tierra batida, Albert Costa parece destinado a ser el rival demás peso para el austriaco. El español es quien más problemas le ha causado desde que se enfrentaron el año pasado en la final de Estoril. Fue el único jugador que tuvo al austríaco en las cuerdas, en Roland Garros cuando Muster escalaba hacia su primer y único título del Grand Slam.

Y ayer el español, de 20 años, volvió a dejar matices imborrables en su partido contra el austríaco en la final de Montecarlo. Costa, que venció a Muster en Kitzbuhel en 1995, comenzó mal el partido y soportó con frialdad que Muster le ganara la primera manga por 6-3 en media hora. Después comenzó a mostrar cómo se puede derrotar a Muster, combinando una completa gama de golpes que llevó al austriaco de cráneo. Costa le atrajo a la red para después pasarle y le atacó con su servicio -que no le funcionó bien- cuando tuvo ocasión. Así ganó las dos mangas siguientes y puso el encuentro en franquía.

Sin embargo, allí también surgió Muster el incombustible, el imparable. Y su físico volvió a resultar decisivo en las dos mangas finales. "Fue donde dio lo mejor de sí. Y comprendí que el partido se me estaba escapando", confesó Albert Costa.

Para Muster ésta es la tercera victoria en Montecarlo -hasta ahora sólo lo habían logrado Pietrángeli, Nastase y Borg- y su 37º título en tierra batida.