FÚTBOL: SEGUNDA DIVISIÓN

El campeón coronado

Coronado está el Hércules, el más grande. El conjunto alicantino es el campeón. Hace 24 semanas que atrapó el liderato con inusitada saña. Y no lo ha soltado. Su superioridad ha sido, sencillamente, insultante. El sábado logró en Badajoz el cantado ascenso. Alicante se echó a la calle para celebrar, diez años después, el regreso de su equipo al hogar de los mejores.20.000 o 30.000 enfervorezidos aficionados, que numerar a las masas nunca es fácil, lo celebraron en las calles de la ciudad. Con ellos no estaba, lógicamente, Manuel Jiménez, el entrenador, al que todos señalan como el gran culpabl...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Coronado está el Hércules, el más grande. El conjunto alicantino es el campeón. Hace 24 semanas que atrapó el liderato con inusitada saña. Y no lo ha soltado. Su superioridad ha sido, sencillamente, insultante. El sábado logró en Badajoz el cantado ascenso. Alicante se echó a la calle para celebrar, diez años después, el regreso de su equipo al hogar de los mejores.20.000 o 30.000 enfervorezidos aficionados, que numerar a las masas nunca es fácil, lo celebraron en las calles de la ciudad. Con ellos no estaba, lógicamente, Manuel Jiménez, el entrenador, al que todos señalan como el gran culpable. Con 35 años de edad, Jiménez puede presumir de ser el técnico más joven de la categoría, lo que no ha evitado que se convirtiera, y así lo dice la clasificación, en el mejor entre los mejores. Y eso que, allá por septiembre, eran cuatro, como mucho, los que le conocían.

Entre ellos, Aniceto Benito, su presidente. Durante toda la temporada el hombre ha huido de cualquier publicidad, que ya hay otros que se encargan de salir en las fotos. Ahora le toca a él. Se hizo con las riendas del club hace cuatro años. Estaba el Hércules tostándose en el infierno de la Segunda B y, lo que es peor, con una deuda de unos 1.000 millones. El club, a punto de desaparecer, apestaba a cementerio. El caso es que Benito cubrió la fosa y le llevó de nuevo a Segunda. Y el sábado, a Primera.

El ascenso del Hércules no ocultó otras noticias sin duda menos alegres. Por ejemplo, el definitivo adiós del Getafe, un equipo que, visto lo visto, debió quedarse en Segunda B tras su descenso de la pasada temporada. Ayer quemó su último cartucho en Bilbao. Mejor dicho, le explotó en las manos. No le valió ni colocarse con dos goles de ventaja. El Athletic remontó y le echó de la categoría, lo que tampoco puede decirse que sea precisamente injusto.

En la parte alta de la tabla, Logroñés y Mallorca toman posiciones. Ambos se han convertido en los grandes candidatos para acompañar al Hércules. El primero ni siquiera necesitó los goles de Manel ante el Lleida. Le bastó con los de Loreto. El Mallorca, que lleva una racha de escándalo, 14 partidos sin perder, le pasó por encima al Real Madrid en el mismísimo Bernabéu, un lugar donde pesca todo el que se asoma. Fue Morales quien invitó al festín. Al chaval le vinieron a la mente imágenes del pasado y recordó que la venganza se la beben fría los elegidos. Así que marcó dos goles y se largó a la isla a seguir cuidando su memoria.

Archivado En