BALONCESTO: LIGA ACB

Unicaja gana a la griega

Unicaja ganó al Xacobeo Orense y cumplió el trámite. Pero no lo hizo desde la lógica de ser bastante mejor equipo que el gallego sino desde la épica azarosa de los finales apretados, los tiros fallidos, las decisiones arbítrales dudosas, el griterío del público y el acierto final desde los tiros libres.Cumplida la misión, el equipo malagueño se juega su batalla real la próxima semana en la cancha del Amway Zaragoza, equipo con el que dirime a cara o cruz la tercera plaza en la Liga regular.

El partido fue un claro ejemplo de cómo a Unicaja le falta aún oficio para ser un equipo temible ...

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Unicaja ganó al Xacobeo Orense y cumplió el trámite. Pero no lo hizo desde la lógica de ser bastante mejor equipo que el gallego sino desde la épica azarosa de los finales apretados, los tiros fallidos, las decisiones arbítrales dudosas, el griterío del público y el acierto final desde los tiros libres.Cumplida la misión, el equipo malagueño se juega su batalla real la próxima semana en la cancha del Amway Zaragoza, equipo con el que dirime a cara o cruz la tercera plaza en la Liga regular.

El partido fue un claro ejemplo de cómo a Unicaja le falta aún oficio para ser un equipo temible que sepa concentrarse en los partidos menores. Los malagueños estuvieron espesos y atenazados hasta los últimos minutos del choque, especulando consigo mismos y con el encuentro. Ya en el primer tiempo se comprobó que sólo ellos eran capaces de ponerse en situaciones difíciles. En los gallegos, apenas nada. Oficio en la zona de los pivots Lockhart y Guibert y el juego anarquizante de su estrenado jugador americano Tony Smith. Un escuchimizado base eléctrico y desconcertante que tan pronto robaba tres balones seguidos como se jugaba varios triples sin futuro posible.

En las filas malagueñas todo discurría a tirones. Por suerte su afición se ha transformado en una piña griega. Después de haber ido ganando los primeros dos tercios del partido, entraron en los últimos cinco minutos con desventaja de seis puntos (61-67).

Entonces vino el resurgir de la épica. Alfonso Reyes y Ansley se enteraron de que la zona contraria servía para hacer puntos y los demás apretaron en defensa. El público gritó y el equipo gallego, que a punto estuvo de encontrarse con un bingo, se marchó a su casa con la sensación de habérsele escapado el premio de la tómbola.

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