Resbalón colchonero en Fuencarral
El descendido Santa Ana cuestiona el ascenso rojiblanco
El Atlético B recuerda al Atlético de Madrid de hace unos años. Crea expectativas, se coloca en posiciones que invitan a la ilusión y, cuando parece que la cosa anda encarrilada, se descuelga con un resultado absurdo como el de ayer. Todo un aspirante al ascenso a Segunda cayendo a los pies de un equipo que baja a Tercera. Se esperaba un partido de consolidación de las aspiraciones de ascenso rojiblancas y el resultado supone un considerable paso atrás para el equipo colchonero.Al Santa Ana no le iba nada en la contienda: hace semanas que sabe claramente cuál es su destino. Desde que recibió s...
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El Atlético B recuerda al Atlético de Madrid de hace unos años. Crea expectativas, se coloca en posiciones que invitan a la ilusión y, cuando parece que la cosa anda encarrilada, se descuelga con un resultado absurdo como el de ayer. Todo un aspirante al ascenso a Segunda cayendo a los pies de un equipo que baja a Tercera. Se esperaba un partido de consolidación de las aspiraciones de ascenso rojiblancas y el resultado supone un considerable paso atrás para el equipo colchonero.Al Santa Ana no le iba nada en la contienda: hace semanas que sabe claramente cuál es su destino. Desde que recibió su sentencia, el equipo del barrio de Fuencarral se ha llenado de tranquilidad y eso se ha traducido en una mejora sustancial del juego y en mejores resultados.
El Atlético B decepcionó profundamente. Fue nulo en ataque y desaprovechó sus mejores oportunidades. El Santa Ana, en cambio, sí que llegó, aunque fuese a base de empujones. Un ejemplo estuvo en el gol conseguido por Guy en el minuto 44: el jugador local falló el penalti, pero recogió el rechace y apuntaló el tanto. Bien es verdad que el penalti fue dudoso y los colchoneros lo protestaron.
En el segundo tiempo, la tónica fue la misma. No hubo reacción rojiblanca y el equipo de Prados no se mostró como un aspirante al ascenso. Por contra, el Santa Ana, sin más calidad que la del orgullo y el sacrificio, siguió poniendo en aprietos a su contrincante. Al final Alberto robó un balón en la frontal del área de Felipe y, aprovechando un error de los visitantes, consolidó un resultado que dejaba en evidencia a un contrario que no creó ni una sola ocasión clara de gol.
No se puede decir que los atléticos hayan perdido sus opciones: un mal día lo tiene cualquiera y la situación clasificatoria está lo suficientemente apretada como para que pueda pasar cualquier cosa. Pero lo de ayer fue un resbalón en la más pura tradición colchonera.