Núñez medita el gobierno sin Cruyff

El silencio de Josep Lluís Núñez un día después que el Barcelona se quedara en blanco augura que Johan Cruyff deberá cargar con la penitencia propia del derrotado hasta el último partido de Liga en La Coruña. Es posible incluso que el club no denuncie antes del día 30 de abril el contrato que le vincula de forma indefinida con el técnico sin que ello signifique la continuidad de Cruyff.El finiquito del entrenador puede resolverse de dos maneras: con dinero y, por tanto, de una forma no traumática que podría garantizar el silencio de Cruyff, o bien en los tribunales. La mayoría de directivos az...

El silencio de Josep Lluís Núñez un día después que el Barcelona se quedara en blanco augura que Johan Cruyff deberá cargar con la penitencia propia del derrotado hasta el último partido de Liga en La Coruña. Es posible incluso que el club no denuncie antes del día 30 de abril el contrato que le vincula de forma indefinida con el técnico sin que ello signifique la continuidad de Cruyff.El finiquito del entrenador puede resolverse de dos maneras: con dinero y, por tanto, de una forma no traumática que podría garantizar el silencio de Cruyff, o bien en los tribunales. La mayoría de directivos azulgrana abona la partida del entrenador. El presidente, sin embargo, se muerde la lengua. Núñez no tomará ninguna decisión que pueda hipotecar su mandato -en enero de 1997 deben celebrarse elecciones- y comprometer la presidencia del centenario del club azulgrana (1899-1999). Quiere asegurarse la gobernabilidad y, en este sentido, evalúa el efecto que tendría prescindir de Cruyff. El presidente se pregunta cómo sería posible dirigir el club sin Cruyff después de una cohabitación forzosa de ocho años.

Núñez ya está suficientemente cargado de razones para poder tomar la difícil decisión de despachar a Cruyff. Un sólo partido, el del sábado, despojó al entrenador de sus argumentos y abonó el discurso presidencial en el inicio del curso: no hay un portero con garantías (Busquets falló ante el Bayem Múnich y frente al Atlético de Madrid); Kodro no vale 700 millones; e Iván de la Peña, que continúa en el club sólo por empeño de la directiva, no sólo puede aguantar 90 minutos sino que es la piedra base del futuro inmediato.

Para prescindir de Cruyff a final del presente curso, Núñez debe encontrar primero un sustituto que no sea cuestionado por la grada desde el primer día o provoque la división de la hinchada. Y ese es el problema de la candidatura de Javier Clemente. Es el técnico preferido de Núñez, pues el seleccionador es un hombre de empresa. por excelencia, pero no tiene el beneplácito de la. grada. Quedan otras alternativas. Unas muy complicadas, como la de Louis Van Gaal, que asegura que cumplirá el año de contrato que aún le queda con el Ajax. Y otras más cercanas como las de Heynckes o Antic.