La eliminación europea debilita la posición de Cruyff

El calendario y la falta de alternativas favorecen a Johan Cruyff. El sábado se juega el Barcelona gran parte de posibilidades en la Liga y la directiva del club azulgrana, constatado el escaso aprecio que sus socios le profesan al seleccionador Javier Clemente, el compromiso de éste. con la Federación hasta 1998, el de Van Gaal con el Ajax hasta la próxima temporada y el principio de acuerdo de Fabio Capello con el Madrid, no baraja alternativas de peso para entregar el timón de una nave que maneja desde hace ocho temporadas el técnico holandés.La posición de Cruyff como técnico del Barcelona...

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El calendario y la falta de alternativas favorecen a Johan Cruyff. El sábado se juega el Barcelona gran parte de posibilidades en la Liga y la directiva del club azulgrana, constatado el escaso aprecio que sus socios le profesan al seleccionador Javier Clemente, el compromiso de éste. con la Federación hasta 1998, el de Van Gaal con el Ajax hasta la próxima temporada y el principio de acuerdo de Fabio Capello con el Madrid, no baraja alternativas de peso para entregar el timón de una nave que maneja desde hace ocho temporadas el técnico holandés.La posición de Cruyff como técnico del Barcelona alcanza las máximas cotas de debilidad. La eliminación europea, a pies del Bayern, sólo seis días después de haber perdido la final de la Copa del Rey han provocado que la directiva barcelonista aumente su recelo respecto a la labor de un técnico al que muchos cuestionan ya al margen de los resultados.

La directiva, pese a que su cúpula ha tenido que pedir tiempo y cautela a alguno de sus miembros, firmemente convencidos de que lo mejor es prescindir de Cruyff incluso en el caso de que gane un título, no desea precipitarse.

El mayor de los reparos a la planificación efectuada por los técnicos del primer equipo es que se empeñara en la contratación del bosnio Meho Kodro, cuyo fichaje supuso un desembolso de 700 millones. Hagi, que parecía en disposición de aportar al equipo una mínima parte de lo que su talento prometía, se quedó en la grada ante el Bayern por lo que parece dispuesto a marcharse. Prosinecki apenas cuenta, el papel de Popescu es gris cuando de tomar la manija del juego se trata y sólo Figo mantiene cierta, línea de regularidad.

El debate se amplía cuando se incide en casos particulares como el de Iván de la Peña, jugador que según muchos directivos debería estar, siendo alineado con mayor asiduidad pero, que no jugó la final de la Copa y que ante el Bayern sólo estuvo en el campo durante 14 minutos lo cual no le impidió materializar el único tanto azulgrana. Curiosamente, la crisis de resultados que pone en la picota a Cruyff coincide con la revalorización de Iván de la Peña.

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