CICLISMO

Museeuw gana en el 'infierno del Norte'

Conflictiva escapada de tres Mapei, que subieron al podio de la París-Roubaix

El rey de las clásicas, el belga Johan Museeuw, presidió una exhibición del equipo Mapei en la clásica de las clásicas, la París-Rotibaix, mejor conocida como El infierno del Norte. Museeuw, junto a sus compañeros Gianluca Bortolami y Andrea Tafi, protagonizó el salto definitivo a 75 kilómetros de la meta. Lo que parecía una exhibición del equipo italiano, degeneró en algún momento en una lucha sin cuartel entre tres compañeros. Al final, hubo que recurrir a la decisión del director del equipo, Patrick Lefevre, que señaló con el dedo a Museeuw: la victoria tenía que ser para el belga.La...

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El rey de las clásicas, el belga Johan Museeuw, presidió una exhibición del equipo Mapei en la clásica de las clásicas, la París-Rotibaix, mejor conocida como El infierno del Norte. Museeuw, junto a sus compañeros Gianluca Bortolami y Andrea Tafi, protagonizó el salto definitivo a 75 kilómetros de la meta. Lo que parecía una exhibición del equipo italiano, degeneró en algún momento en una lucha sin cuartel entre tres compañeros. Al final, hubo que recurrir a la decisión del director del equipo, Patrick Lefevre, que señaló con el dedo a Museeuw: la victoria tenía que ser para el belga.La llegada al velódromo de Roubaix, después de superar los difíciles 263 kilómetros del recorrido, sorteados por impresionantes cuestas y el doloroso pavés, hacía pensar que el Mapei vivía una jornada muy emocionante: tres de sus corredores llegaban juntos elevando los brazos en señal de victoria. En el tramo final, no hubo sprint alguno: la victoria correspondía a Museeuw, el candidato del Mapei para ganar la Copa del Mundo, que se anotaba así su séptima victoria en una prueba de la Copa del Mundo y pasaba a liderar la clasificación, con, 87 puntos, 22 más que el segundo, el italiano Bartoli. Se han corrido tres de las 11 pruebas de la Copa.

Sin embargo, esta exhibición de compañerismo fue engañosa. Cuando todo parecía controlado por el Mapei hasta que se desataron las ambiciones personales. Se vieron discusiones entre los tres e intentos de atacarse. El director Lefevre reconoció que, durante la carrera, llamó por teléfono a Italia para hablar con el patrón del equipo. "El me ha dicho que su deseo era que llegaran los tres juntos al velódromo y que atravesaran juntos la línea de meta. Le expliqué que eso no era posible, que uno de los tres tenía que ser el vencedor, y que debíamos fijar cuál era el orden de llegada. Elegimos a Museeuw porque ha trabajado mucho para sus compañeros en las primeras carreras de la. Y decidimos que Bortolami entrara por delante de Tafi, porque Tafi es el más joven y ya tendrá tiempo para hacer algo en la París-Roubaix".

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