Crítica:

Asesinos natos

22.00 / AcciónEE UU, 1995. Director: Oliver Stone. Intérpretes: W. Harrelson, J. "Lewis.Para terminar de alcanzar el estado de shock por culpa de unas vacaciones acabadas o que están a punto, Stone receta una descarga de violencia en lo más profundo del riñón. Un montaje de picadillo donde se apelmazan las imágenes de tebeo, el fotomatón, el vídeo, los formatos de super 8, 16 y 35 milímetros; un guión provocador a medio camino entre el David Lynch de Corazón salvaje y el Tarantino de Reservoir dogs, y una serie de asesinatos vendidos al peso (52 en total) componen e...

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22.00 / AcciónEE UU, 1995. Director: Oliver Stone. Intérpretes: W. Harrelson, J. "Lewis.Para terminar de alcanzar el estado de shock por culpa de unas vacaciones acabadas o que están a punto, Stone receta una descarga de violencia en lo más profundo del riñón. Un montaje de picadillo donde se apelmazan las imágenes de tebeo, el fotomatón, el vídeo, los formatos de super 8, 16 y 35 milímetros; un guión provocador a medio camino entre el David Lynch de Corazón salvaje y el Tarantino de Reservoir dogs, y una serie de asesinatos vendidos al peso (52 en total) componen el menú de mollejas con entresijos preparado por el polémico director. La intención es clara: provocar a la vez que se denuncia la violencia imperante en los tiempos que corren (no al revés). El resultado no se deja abrazar por la simple crítica de que es un ejercicio gratis de salvajadas ni por el endomingado delirio que pretende hacer de la cinta la ironía más fina. Se trata de un elaborado trabajo de montaje cerca del insulto sonoro. Y hasta para eso hay que tener oficio. A Stone le sobra.

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