Lorenzo Sanz ratifica a Arsenío Iglesias y éste medita su dimisión

Arsenio Iglesias, entrenador del Real Madrid, no ocultó su abatimiento tras la derrota de su equipo ayer en el estadio Bernabéu ante el Racing de Santander. Su rostro en la conferencia de prensa posterior al encuentro expresaba la preocupación y el dolor que vivía. Desde el estadio se dirigió, junto con el resto de la plantilla madridista, al hotel Monterreal, lugar habitual de concentración del Real Madrid. El técnico gallego apenas visitó por unos minutos el salón en el que la plantilla cenó y se: dirigió rápidamente hasta su habitación.En el estadio Santiago Bernaéu se quedaron reunidos los...

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Arsenio Iglesias, entrenador del Real Madrid, no ocultó su abatimiento tras la derrota de su equipo ayer en el estadio Bernabéu ante el Racing de Santander. Su rostro en la conferencia de prensa posterior al encuentro expresaba la preocupación y el dolor que vivía. Desde el estadio se dirigió, junto con el resto de la plantilla madridista, al hotel Monterreal, lugar habitual de concentración del Real Madrid. El técnico gallego apenas visitó por unos minutos el salón en el que la plantilla cenó y se: dirigió rápidamente hasta su habitación.En el estadio Santiago Bernaéu se quedaron reunidos los miembros de la junta directiva en una cita no programada y organizada sobre la marcha. Desde allí, Lorenzo Sanz telefoneó al hotel a Arsenio. No pudo hablar con él, sí lo hizo con su ayudante, Mariano García Remón. En esos momentos circulaban todo tipo de rumores que iban desde que la directiva estaba pensando en prescindir de los servicios de Arsenio Iglesias hasta que era el propio técnico quien había arrojado la toalla.

Lorenzo Sanz decidió entonces acudir al hotel Monterreal, hasta donde se dirigió acompañado de su vicepresidente económico, Ignacio Silva, y del tesorero del club, Juan Onieva. Silva fue el más concreto: "Hemos venido a dar ánimos al entrenador". El presidente y los dos directivos se reunieron en un salón del hotel con el técnico y con su ayudante durante unos veinte minutos. Poco después de la una de la madrugada, abandonaron el hotel sin hacer ningún tipo de declaración. Media hora después aparecían Arsenio, bastante tocado y que no quiso hacer declaraciones, y García Remón. Este último señaló: "Seguimos siendo entrenadores; no hay nada; todo sigue igual".

Desde hace días, la directiva del Madrid conoce el bajo estado de ánimo del técnico gallego. Hace unas semanas, Arsenio estuvo a punto ya de presentar la dimisión y la rápida intervención del gerente madridista, Manuel Fernández Trigo, amigo de Arsenio, impidió que ésta se produjera. Desde entonces, los miembros de la junta han meditado varias posibilidades. Un sector es partidario de prescindir del técnico y de colocar en su lugar a Mariano García Remón, apoyado por Vicente del Bosque. El otro, el más mayoritario, considera necesario que Arsenio continúe hasta final de la temporada.

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