Una llamada anónima lleva a la detención del presunto asesino de Múgica y Ordóñez

Valentín Lasarte Oliden, uno de los asesinos etarras más buscados, cayó ayer en manos de la Ertzaintza en Oiartzun (Guipúzcoa), gracias a la llamada anónima de un hombre que aseguró haber identificado su rostro con uno de los seis que aparecen en los miles de carteles distribuidos por el Ministerio de Justicia e Interior. Lasarte, de 32 años, casado y con dos hijos, es el presunto asesino de los políticos Gregorio Ordóñez (PP) y Fernando Múgica (PSOE), así como del sargento municipal donostiarra Alfonso Morcillo, del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría y del inspector jefe de la Un...

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Valentín Lasarte Oliden, uno de los asesinos etarras más buscados, cayó ayer en manos de la Ertzaintza en Oiartzun (Guipúzcoa), gracias a la llamada anónima de un hombre que aseguró haber identificado su rostro con uno de los seis que aparecen en los miles de carteles distribuidos por el Ministerio de Justicia e Interior. Lasarte, de 32 años, casado y con dos hijos, es el presunto asesino de los políticos Gregorio Ordóñez (PP) y Fernando Múgica (PSOE), así como del sargento municipal donostiarra Alfonso Morcillo, del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría y del inspector jefe de la Unidad Antiterrorista de San Sebastián, Enrique Nieto.

Su pertenencia al comando Donosti se comprobó tras el frustrado atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Arnedo (Logroño), el 17 de agosto del año pasado, al dejar abandonado un carné de identidad en uno de los coches utilizados en la huida.La furgoneta en la que viajaban el etarra y la joven Idoia Arrieta Eizaguirre, también detenida y propietaria del vehículo, fue interceptado tras abandonar el aparcamiento del hipermercado Mamut, en el que la pareja había hecho abundantes compras. Al saberse acorralado, Lasarte salió corriendo, en pleno centro de la villa, y trató de obtener ayuda de los vecinos de ese municipio, uno de los feudos guipuzcoanos de Herri Batasuna, al grito de "Valentin Lasarte naiz" ("Soy Valentín Lasarte"). Tras escucharse un disparo intimidatorio, el presunto terrorista se tiró al suelo y fue inmediatamente esposado por los ertzainas. Al caer la noche, varias decenas de vecinos se manifestaron con gritos de "Valentin askatu" ("Valentín libre").

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