NOVILLOS MUSICALES

" ¡Son tan guapos!", dijo Sonia Ruiz, de 16 años, mientras sus amigas gritaban para mostrar su absoluto acuerdo. Con sus pequeñas cámaras y los ojos emocionados, se mordían los labios para insistir una vez más: "¡Son los más guapos que hay!". "Y cantan y bailan muy bien", añadió Sonia. Todas formaban parte del grupo de cientos de adolescentes -ni un solo chico- que rodearon ayer la puerta de entrada del hotel Palace de Madrid en busca de cualquier visión de los cuatro miembros del grupo británico Take That. Desde las nueve de la mañana, la zona se convirtió en un mar de mochilas y colet...

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" ¡Son tan guapos!", dijo Sonia Ruiz, de 16 años, mientras sus amigas gritaban para mostrar su absoluto acuerdo. Con sus pequeñas cámaras y los ojos emocionados, se mordían los labios para insistir una vez más: "¡Son los más guapos que hay!". "Y cantan y bailan muy bien", añadió Sonia. Todas formaban parte del grupo de cientos de adolescentes -ni un solo chico- que rodearon ayer la puerta de entrada del hotel Palace de Madrid en busca de cualquier visión de los cuatro miembros del grupo británico Take That. Desde las nueve de la mañana, la zona se convirtió en un mar de mochilas y coletas, muchas de ellas en uniforme de colegio (ayer fue día de novillos) y algunas con los nombres de los miembros del grupo escritos en la cara -Gary, Howard, Mark y Jason-. El grupo está realizando su última gira tras el anuncio de que se separan en abril. Take That, cuyo éxito comenzó con una gira por colegios de secundaria en 1992, tiene ahora varios premios musicales, un circuito de fans internacional y récords de ventas en taquilla. "Nunca pensé que llegara a ser tan adorado", dice Howard apartando de la cara una de sus múltiples trencillas. "Somos chicos simpáticos, con los pies en la tierra... Muy normales", añade. "El hecho de irnos siendo el grupo de mayor éxito nos da a cada uno la oportunidad de hacer lo que queramos a partir de ahora. Es un trampolín fantástico", explica Gary, el líder del grupo. "Queremos volver a tocar juntos dentro de cinco o diez años", comenta Mark, que lleva el pelo como en la etapa joven de Los Beatles, "pero ahora necesitamos tiempo para desarrollamos solos". "Nosotros también estamos tristes. al separarnos. Pero, a partir de ahora, en vez de sólo un grupo, nuestras seguidoras tendrán cuatro discos para comprar y cuatro conciertos a los que ir", añadió Jason. Al final de la larga espera -con lloros y carreras, más policías, empleados del hotel, clientes y curiosos asistiendo atónitos al espectáculo-, las adolescentes vieron su sueño cumplido. Los miembros de Take That se asomaron a la puerta en medio de un griterío ensordecedor,-

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