lván:"Perder los tres títulos sería un frcaso"

Johan Cruyff no tiene duda de que el equipo ha cerrado filas, se ha encerrado en su caparazón para no ser permeable a la crítica. Y así lo dice y lo repite. Quien mejor le entiende es Popescu. El rumano, nombrado segundo capitán en detrimento de Amor, se expresó ayer en términos muy parecidos a los del entrenador cuando se le preguntó por el partido. Y, muy conocedor del PSV por haber jugado en él hace algo más de un año y medio, sentenció: "Se nota que nos tienen miedo".El polo opuesto es Iván de la Peña. Cruyff ha transigido con el jugador y ahora le estimula y le defiende, pese a que no sie...

Johan Cruyff no tiene duda de que el equipo ha cerrado filas, se ha encerrado en su caparazón para no ser permeable a la crítica. Y así lo dice y lo repite. Quien mejor le entiende es Popescu. El rumano, nombrado segundo capitán en detrimento de Amor, se expresó ayer en términos muy parecidos a los del entrenador cuando se le preguntó por el partido. Y, muy conocedor del PSV por haber jugado en él hace algo más de un año y medio, sentenció: "Se nota que nos tienen miedo".El polo opuesto es Iván de la Peña. Cruyff ha transigido con el jugador y ahora le estimula y le defiende, pese a que no siempre le alinea. Lo Pelat, sin embargo, se expresó ayer en términos diferentes al técnico y en clara sintonía con la directiva.

Cruyff disertó largo rato sobre las aspiraciones del equipo y dio a entender que había cumplido con su deber: lograr que el Barça pase marzo en disposición de ganar los tres títulos en disputa. Iván, por el contrario, cuando se le preguntó qué pasaría si no se lograba ninguno de esos trofeos, dijo: "Si se pierden los tres, sería un fracaso. El equipo tiene calidad suficiente para ganar alguna competición".

Iván se molestó cuando se le preguntó si el factor campo -en malas condiciones- podía ser una dificultad añadida para su entrada en el equipo. "Yo soy un jugador para jugar en cualquier campo". Lo Pelat podría ser suplente incluso junto a Kodro en beneficio de Hagi. Un cambio que aumentaría las suspicacias sobre el valor de los extranjeros (Prosinecki ni siquiera va convocado).

La alineación del Barca, al igual que la del PSV, es un puzzle, aunque la de unos lo es por exceso y la de los otros, por defecto. La obsesión del Barga es frenar los movimientos de Nilis y Eykelkamp, que en el Camp Nou se llevaron a Popescu y Abelardo a las bandas, para facilitar las entradas desde atrás de los medios con más llegada y los dos laterales, todos bajo el mando de Jonk.