"Tengo hábito de oposición y no temo el achicharramiento"

Las encuestas erraron y Javier Arenas (38 años) tendrá que pasar otra legislatura en la oposición. Dice que, espera que el PSOE no use la Junta como un arma contra Aznar, a la vez que confía en que el posible pacto de PP y CiU sea esta vez distinto y no perjudique a Andalucía.

Pregunta. Dijo que el cambio hacia el PP en Andalucía, en los núcleos rurales, era ya un hecho.



Respuesta. El PP ha mantenido los apoyos en las ciudades (sólo hemos perdido en Sevilla) y ampliado en los pueblos, aunque no en la medida que teníamos previsto. Por el contrario, es en esta...

Las encuestas erraron y Javier Arenas (38 años) tendrá que pasar otra legislatura en la oposición. Dice que, espera que el PSOE no use la Junta como un arma contra Aznar, a la vez que confía en que el posible pacto de PP y CiU sea esta vez distinto y no perjudique a Andalucía.

Pregunta. Dijo que el cambio hacia el PP en Andalucía, en los núcleos rurales, era ya un hecho.

Respuesta. El PP ha mantenido los apoyos en las ciudades (sólo hemos perdido en Sevilla) y ampliado en los pueblos, aunque no en la medida que teníamos previsto. Por el contrario, es en estas zonas donde más sube el PSOE y baja IU. Pensábamos que la alternancia no despertaba recelo en los núcleos, rurales, pero sigue siendo así. Siempre que hay un cambio, la vanguardia está en las zonas, urbanas y la velocidad en el campo es más lenta.

P. ¿Cree que el recelo es lo que le ha impedido crecer?

R. Existen tres factores: la concentración (le voto de izquierda en el PSOE, el que el PP no haya podido evitar una campaña triunfalista (aunque yo he insistido en que no se vendiera el oso antes de cazarlo), y en tercer lugar, que el discurso del PSOE sobre la posible pérdida de derechos constitucionales (sanidad, educación, PER) ha calado en los núcleos rurales.

P. ¿Cuando, dice que el PP causa recelo en el campo hace alguna autocrítica?

R. El partido tiene que centrarse aún más, no se ha acabado el camino al centro. Debe volcarse mucho en los ámbitos rurales, dedicar su acción prioritaria. Ahora es más importante preparar las elecciones municipales de 1999 que las autonómicas del 2000.

P. Usted dijo que el PP asume los votos de centro o nunca gobernará.

R. El resultado de Aznar en las generales es espectacular, cercano a los 10 millones de votos; UCD sacó 6 millones, y era un partido de centro. Los votos que hemos tenido tanto en Madrid como en Andalucía es de un partido de gobierno. El PP, en Andalucía, ha sacado más votos que el PSOE, en 1994 y más que en 1990, cuando los socialistas sacaron la mayoría absoluta.

P. En 1993 se inicia una reforma del PP andaluz, todavía inacabada. ¿Se va a ocupar más de esto o del Parlamento regional?

R. El partido tiene que hacer mucha más calle de la que ha hecho hasta ahora, también en los ámbitos rurales, y dejarse de concentrar todos sus esfuerzos en el Parlamento. En la nueva etapa la referencia de la oposición va a estar clara. Ahora el referente es el PP, IU cuenta con un tercio menos de escaños. En verano tendremos ocho congresos provinciales y uno regional. Ahí se va a priorizar la conexión con la sociedad, el trabajo rural y sectorial.

P. Eso es hacer partido.

R. El resultado de 1994 se calificó por algunos como flor de un día, pero se ha consolidado en 1995 y 1996. Significa que ya hay un partido hecho, con el 35% de los votos y posibilidad de gobernar.

P. ¿El cambio de la política en las zonas rurales significará también el cambio de dirigentes?

R. Un partido se renueva en los pueblos con motivos de las elecciones municipales.

P. ¿Caerán algunas cabezas?

R. Hay que preparar muy bien las elecciones, pero, desde luego, mientras yo sea el presidente del PP andaluz habrá hueco para todo el mundo e intentaré preservar siempre la cohesión interna del partido. Las renovaciones aquí se harán sin traumas.

P. ¿Cómo compatibilizará la oposición contundente con a moderación que debe demostrar, sobre todo para no contradecir lo que pide Aznar en Madrid?

R. El acierto es que hagamos oposición presentando alternativa.

P. ¿Es lo que ha fallado?

R. No, la verdad es que los andaluces no nos han castigado. Le ganamos al Gobierno en iniciativas legislativas por mucha distancia. Hasta 1990 hubo mucho Gobierno y poco Parlamento; en 1994, al revés; y el reto ahora es que haya mucho Parlamento y mucho Gobierno.

P. ¿Aguantará cuatro años en la oposición sin quemarse?

R. Tengo hábito de estar en la oposición, sé gobernar y sé estar en la oposición, y en ese sentido no temo el achicharramiento.

P. ¿Cómo piensa salir del discurso que tanto ha usado de la tenaza Pujol-Gonzalez?

R. No creo que tenga que salir, porque estoy convencido de que el proyecto que ha presentado Aznar de España plural y diversa se va a mantener con todas las consecuencias.

P. ¿Y la cesión del 15% del IRPF? ¿Sigue defendiendo que a Andalucía no le interesa?

R. Siempre he dicho que el 15% a secas, si no hay auténtica corresponsabilidad fiscal, no es una buena salida para Andalucía, y lo sigo pensando.

P. Pero usted ha hecho declaraciones muy en contra del acuerdo del Gobierno de la nación con un partido nacionalista.

R. Primero habrá que ver la actitud de los nacionalistas en esta ocasión. Las urnas han dicho que la única posibilidad es la que se está abordando o adelantar elecciones. Así que habrá que estar en Andalucía vigilantes, y espero y deseo que no se produzca ninguna discriminación.