NUEVO MAPA POLÍTICO

La estética de los vencedores

, Dieron café y bollos para hacer más corta la espera. Y el escenario era perfecto. Se habían ocupado de todo los del PP. Habían traído su propio equipo de sonido, sus salidas para audio, sus focos, sus micrófonos de diseño. Las cámaras de televisión, convenientemente colocadas. Los macetones, a cada lado. Daba gusto. Nada de sillas.Todo dispuesto para una comparecencia de pie y deprisa. Preparado todo para dar bien en imagen, que es de lo que se trata. ¿Y los que escriben? Los plumillas arrastran sillas, buscan mesas para apoyar el cuaderno ante la mirada reprobadora de los chicos del...

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, Dieron café y bollos para hacer más corta la espera. Y el escenario era perfecto. Se habían ocupado de todo los del PP. Habían traído su propio equipo de sonido, sus salidas para audio, sus focos, sus micrófonos de diseño. Las cámaras de televisión, convenientemente colocadas. Los macetones, a cada lado. Daba gusto. Nada de sillas.Todo dispuesto para una comparecencia de pie y deprisa. Preparado todo para dar bien en imagen, que es de lo que se trata. ¿Y los que escriben? Los plumillas arrastran sillas, buscan mesas para apoyar el cuaderno ante la mirada reprobadora de los chicos del PP. Deshacen el escenario tan bien preparado.

No había sitio en la sede de IU para tal acontecimiento. Así que Izquierda Unida buscó un hotel cercano. Y pagó los gastos, que por algo era anfitrión. El PP montó el espectáculo, que por algo ha ganado. Perfecto.

Cuando Julio Anguita sale a enfrentarse a los periodistas no puede evitar un "¡Qué novedad!". Y queda erguido y solo ante las cámaras. "Bueno, ustedes dirán...". Cruza las manos por debajo del botón de la chaqueta, en actitud de descanso. Las mete en el bolsillo del pantalón. Busca inútilmente el apoyo del atril. "Esto es como torear sin capote", dice. Hunde las manos en los bolsillos de la chaqueta. Las deja caer a los costados.

José María Aznar es otra cosa. Tiene las manos donde las tiene que tener. Sonríe en el momento exacto. "Tiempo", dice. "Tiempo para crear la cultura del acuerdo. Tiempo, tiempo". Aznar domina este escenario. Y dice poco. Obviedades. Generalidades. Llamamientos enfáticos a la responsabilidad. Han estado más de una hora juntos y parece que no hubieran hablado de nada. O de muy poco.

Tres virtudes

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Ilusión, esperanza, paciencia. Como tres virtudes teologales que Aznar coloca como eje de su discurso. "En cuestión de aritmética, IU y PP suman mayoría. Pero no hemos hablado de eso. El respeto a la voluntad de los votantes no permite esa suma". Pocas preguntas. "Tengo prisa". Se va a Burgos, advierte. "Dos preguntas más y me voy". Y dos preguntas más y se va.

Anguita tiene el tiempo que haga falta. "Lo que quieran. Pregunten lo que quieran". Habla de Aznar y de Izquierda Unida. De la gobernabilidad, del debate de investidura y de las discrepancias dentro de su grupo parlamentario. "El reparto de cargos se hace por votación, y se aprueba lo que diga la mayoría y la minoría acata".

Habla de los ayuntamientos hoy en manos del PP. ¿Habrá mociones de censura? Tampoco han hablado de eso. "No es un problema del señor Aznar ni mío. Lo tienen que decidir las bases". No mediará entre los sindicatos y el PP porque, "como se ha demostrado en Madrid, gobernado por Ruiz-Gallardón, no hace falta". ¿Nada más? Nada. La rueda de prensa de IU ha terminado. La gente del PP recoge los bártulos y se va.

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