Javi Guerrero mantiene al Madrid C
Dos goles del delantero blanco frenan al Talavera
El oportunismo de Javi Guerrero, el máximo goleador del segundo filial del Real Madrid, salvaron al equipo blanco. Dos goles del joven delantero madridista acabaron con un Talavera que a punto estuvo de remontar.La primera mitad fue para olvidar: ambos conjuntos salieron al césped con las ideas poco claras y faltos de concentración en el juego. Ni Real Madrid ni Talavera consiguieron imponer un ritmo adecuado a la confrontación como para conseguir llegar con intención de gol sobre las porterías de Roca e Ignacio y sumieron a los espectadores en el más profundo de los aburrimientos.
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El oportunismo de Javi Guerrero, el máximo goleador del segundo filial del Real Madrid, salvaron al equipo blanco. Dos goles del joven delantero madridista acabaron con un Talavera que a punto estuvo de remontar.La primera mitad fue para olvidar: ambos conjuntos salieron al césped con las ideas poco claras y faltos de concentración en el juego. Ni Real Madrid ni Talavera consiguieron imponer un ritmo adecuado a la confrontación como para conseguir llegar con intención de gol sobre las porterías de Roca e Ignacio y sumieron a los espectadores en el más profundo de los aburrimientos.
El centro del campo parecía no tener dueño, viéndose un fútbol deslabazado y falto de conexión entre líneas que no permitió disfrutar de jugadas incisivas sobre el área contraria. Lo mejor de este período fue el momento en el que el colegiado Gómez Sal pitó su conclusión ante el respiro de alivio de todos los presentes. Los goles y el juego llegaron en la segunda parte. En los. siguientes cuarenta y cinco minutos la decoración del encuentro cambió abismalmente.
El primero en tomar la iniciativa fue el Real Madrid, que cuajó un cuarto de hora espléndido y efectivo, que le permitió colocarse con un tres a cero en su favor que parecía ser definitivo. A diez minutos del final, el Talavera se estiró casi a la desespera. El equipo visitante marcó dos goles y a punto estuvo de conseguir la remontada.