FUTBOL PRIMERA DIVISIÓN

El Sporting certifica la crisis del Celta

El Sporting zanjó cualquier duda: el Celta está en crisis. La cara amable que ofrece en partidos comprometidos como el del Vicente Calderón se revela un estertor de un equipo que sólo precisa de una derrota en casa para volver a las andadas. Ayer hubiese caído de haber contado con un rival consistente, pero el Sporting es ahora un grupo indolente que sólo intimida cuando saca el balón a zapatazos. Para el equipo rojiblanco el encuentro fue un desperdicio. Sigue la misma línea descendente por la que el Celta se desliza en las últimas jornadas porque renunció a lujos ofensivos.La indolencia espo...

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El Sporting zanjó cualquier duda: el Celta está en crisis. La cara amable que ofrece en partidos comprometidos como el del Vicente Calderón se revela un estertor de un equipo que sólo precisa de una derrota en casa para volver a las andadas. Ayer hubiese caído de haber contado con un rival consistente, pero el Sporting es ahora un grupo indolente que sólo intimida cuando saca el balón a zapatazos. Para el equipo rojiblanco el encuentro fue un desperdicio. Sigue la misma línea descendente por la que el Celta se desliza en las últimas jornadas porque renunció a lujos ofensivos.La indolencia esportinguista se incrementó en la segunda mitad, en la que no se acercó ni una sola vez hasta la portería del Celta. Con la línea de creación inhibida, los vigueses sólo encontraron huecos a través de Sánchez, el único, céltico comprometido con el partido. Ablanedo le sacó al valenciano un balón imposible que prometía romper el equilibrio. 20 minutos más tarde, otra vez el portero esportinguista salvó la cabeza de Novoa. Las dos paradas del cuestionado guardameta se le presentaron a su entrenador como dos intervenciones de la bruja a la que el Sporting ha apelado.

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