La explosión que no llega

"Podemos explotar en cualquier momento", ha dicho el nuevo coordinador técnico del equipo español, Andrés García. El problema es que el esquí español lleva sin explotar desde que se fue Blanca Fernández Ochoa a su casa de Cercedilla. "De las chicas podemos esperar todo", también ha añadido. En eso no se equivoca nada, desde luego, porque si las posibilidades femeninas españolas de brillar son mínimas, las masculinas son más bien nulas. Alguna de las mujeres, al menos, han estado casi siempre entre las 30 primeras en las pruebas de Copa del Mundo. Pero también con problemas. Ainhoa Ibarra, la m...

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"Podemos explotar en cualquier momento", ha dicho el nuevo coordinador técnico del equipo español, Andrés García. El problema es que el esquí español lleva sin explotar desde que se fue Blanca Fernández Ochoa a su casa de Cercedilla. "De las chicas podemos esperar todo", también ha añadido. En eso no se equivoca nada, desde luego, porque si las posibilidades femeninas españolas de brillar son mínimas, las masculinas son más bien nulas. Alguna de las mujeres, al menos, han estado casi siempre entre las 30 primeras en las pruebas de Copa del Mundo. Pero también con problemas. Ainhoa Ibarra, la mejor, se lesionó, y ha hecho peor temporada que la anterior. Hasta en Cortina rompió un esquí. Mónica Bosch, ganadora de dos medallas de oro en la devaluadísima Universiada -por lo que su nivel sigue igual de discreto- incluso se rompió la nariz. Un puesto entre los diez primeros sería todo un título, pero en la penuria actual ni eso parece posible. Ovidio GarcíaEs el más veterano del equipo Asturiano de 27 años, 1,77 metros y 84 kilos. Su padre era monitor de esquí en Valgrande-Pajares y por ello su elección deportiva fue lógica. Ha sido varias veces campeón de España, pero su nivel en la élite mundial no ha bajado de los 30 primeros. En Lillehammer 94 llegó a ser último en una prueba. Esta temporada tampoco ha tenido suerte. Correá eslalon.Luis CristóbalEl otro esquiador del equipo tiene aún menos aspiraciones que Ovidio García. Correrá el gigante, la única prueba en la que participará, lo mismo que tres de las cuatro chicas. Madrileño de 25 años, mide 1,74 metros y pesa 83 kilos. También formó parte del desafortunado desastre de Lillehammer 94 y confiesa que empezó la actual temporada muy fuerte, pero ahora no está bien. Es una promesa que se ha quedado en eso.Ainhoa IbarraEs sólo cinco meses más joven que Ovidio, por lo que estos Mundiales parecen también para ella su última oportunidad. Vasca de Gernika, mide 1,60 metros y pesa 64 kilos. Es la esquiadora con mejor historial actualmente, pero sólo se ha acercado en pruebas de Copa del Mundo a los diez primeros puestos. Nunca ha logrado pasar esa barrera y en los aplazados mundiales del año pasado se presentaba en mejor forma. Esta vez le ha costado recuperarse de una lesión, una más de las muchas en su carrera.Mónica BoschCatalana de Sabadell, con sólo 23 años, es la siguiente veterana del grupo tras Ainoha Ibarra. Tomará parte en el eslalon, la única que lo hará del equipo, pues las otras tres esquiadoras participarán en el gigante. Podrá soñar con medalla, pero con las que ganó en la pasada Universiada de Jaca. Porque se despertará en cuanto vea que las rivales de ahora son infinitamente mejores. Estudia Económicas, mide 1,60 metros y pesa 64 kilos.

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Ana GalindoLa esquiadora oscense es la benjamina del grupo, por dos meses respecto a María José Rienda y esta temporada ha dado una pequeña alegría con su 14º puesto, empatada con Ainoha Ibarra, en el gigante suizo de Veysonnaz, además, hizo la segunda manga sólo con un bastón. Es la más pequeña también en físico, pues mide 1,55 metros y pesa 52 kilos. Pero es la última incorporación al equipo y lo ha aprovechado.

María José RiendaNacida y vecina de Monachil, el municipio al que pertenece Sierra Nevada, correrá en casa el gigante. Pero será una ventaja relativa cuando su diferencia con la élite es en estos momentos tan grande. Es la más alta del equipo, pues mide 1,65 metros y pesa 62 kilos y junto a su hermana Raquel, lesionada, eran las grandes promesas femeninas del esquí español. Tiene 20 años y aún se espera que dé frutos. Pero en las pruebas de Copa del Mundo aún no ha bajado de las 20 primeras.

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