Unicaja cae a la griega

Ni la ilusión, ni la casta de Unicaja merecían este final. Toda la suerte del mundo se confabuló anoche del lado de Olympiakos. Los malagueños se han quedado sin opciones en la Liga europea en un partido que tuvieron en la mano durante casi todo el segundo tiempo y que ni siquiera debió llegar a la prórroga para decidirse.Los griegos también hicieron de las suyas en Málaga y el partido acabó en escándalo. Nacho Rodríguez anotó un triple que ponía a Unicaja a un punto de Olympiakos en los últimos suspiros de la prórroga.

Los griegos decidieron no sacar de fondo y dejar pasar los segundos...

Ni la ilusión, ni la casta de Unicaja merecían este final. Toda la suerte del mundo se confabuló anoche del lado de Olympiakos. Los malagueños se han quedado sin opciones en la Liga europea en un partido que tuvieron en la mano durante casi todo el segundo tiempo y que ni siquiera debió llegar a la prórroga para decidirse.Los griegos también hicieron de las suyas en Málaga y el partido acabó en escándalo. Nacho Rodríguez anotó un triple que ponía a Unicaja a un punto de Olympiakos en los últimos suspiros de la prórroga.

Los griegos decidieron no sacar de fondo y dejar pasar los segundos que quedaban. Según los árbitros restaban cinco, según Unicaja, seis. Mientras la mesa de jueces se convertía en un barullo, los jugadores helenos habían desaparecido de la cancha camino de la ducha. La bronca fue tremenda, pero entonces el público tuvo el gesto más bonito de la noche. Cuando entendió que sus protestas eran inútiles acabó festejando la derrota igual que si su equipo acabara de ganar un título y obligó a los jugadores a salir a saludar cuando ya se habían retirado.

Unicaja llegó a prometérselas difíciles en la segunda parte, cuando llegó a disponer de una ventaja de 12 puntos en distintos momentos. Pero acabó estrellándose en la lucha por el rebote, que hasta entonces había dominado y en unos malos porcentajes de tiro ante la agresiva defensa helena.