La euforia agarrota al Leganés

A pesar del empate, el equipo de Sánchez Duque sigue arriba

Entre las muchas cosas positivas que ha traído el técnico Luis Sánchez Duque a Leganés está la euforia. Ayer se vivieron acontecimientos inéditos en Leganés que funden el fútbol y la alegría. Como las colas en las taquillas y los coches, acercándose al campo a bocinazo limpio y con las bufandas al viento. El Leganés está en puestos de promoción, y el aficionado lo sabe agradecer. Sin embargo, toda esta, euforia prepartido cayó regularcilla en los jugadores madrileños cuando el balón comenzó a moverse.Le salió un partido turbio, al Leganés. Nunca se encontró cómodo el equipo madrileño. Además d...

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Entre las muchas cosas positivas que ha traído el técnico Luis Sánchez Duque a Leganés está la euforia. Ayer se vivieron acontecimientos inéditos en Leganés que funden el fútbol y la alegría. Como las colas en las taquillas y los coches, acercándose al campo a bocinazo limpio y con las bufandas al viento. El Leganés está en puestos de promoción, y el aficionado lo sabe agradecer. Sin embargo, toda esta, euforia prepartido cayó regularcilla en los jugadores madrileños cuando el balón comenzó a moverse.Le salió un partido turbio, al Leganés. Nunca se encontró cómodo el equipo madrileño. Además de no administrar bien la euforia y de jugar con cierto nerviosismo, buena culpa del atasco que sufrió el equipo de Luis Sánchez Duque la tuvo el rocoso juego del Almería.

El Leganés pareció meterse presión, cuando no había lugar a ella. Incluso un sector del público, cuando vio que su equipo no llegaba con nitidez a la portería del Almería, alzó la voz pidiendo más delanteros. Quizá olviden esos aficionados que el principal objetivo del Leganés sigue siendo la salvación y lo irregular es que el equipo esté en puestos de promoción. Por eso tampoco se entiende el bloqueo de algunos jugadores del equipo madrileño. Javi López, por ejemplo una de las armas ofensivas más importantes de los pepineros, anduvo ausente la mayor parte del encuentro y Sánchez Duque tuvo que sustituirlo a 15 minutos del final. Pero el que sufrió más las consecuencias del atocinamiento de sus compañeros fue Alfredo, que no pudo en solitario reconducir la nave pepinera.

Enseguida se percató de esta situación el técnico visitante, Quique Hernández, que después de unos minutos pelín cobardicas, con sólo un delantero, Roberto Martínez, mandó adelantar sus líneas. El partido fue discurriendo a base de músculo. Para los últimos minutos se dejó lo mejor. Un impresionante disparo de Milinkovic recibió un paradón de Emilio. Ahí se le fue el triunfo al Almería. En el último minuto llegó la oportunidad de los locales. Valdivia se plantó solo ante Julio Iglesias, pero éste realizó la parada del partido. La cosa estaba por, quedar en empate.

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