Decenas de muertos en el asalto fallido de tropas rusas al comando checheno

"Hay que exterminarlos", aseguró ayer Borís Yeltsin en referencia al comando checheno que se hizo fuerte con 100 rehenes en Pervomáiskoie, localidad de unos 30.000 habitantes en la república caucásica de Daguestán. Pero no está resultando tan fácil. Al caer la noche, las fuerzas rusas continuaban su feroz ataque, lanzado a primera hora de la mañana, con apoyo de artillería y helicópteros, sin lograr la derrota o la rendición de los independentistas. Decenas de muertos -rusos, chechenos y daguestanos- sembraban el campo de una batalla que mantenía a distancia a los periodistas. Pese a la abruma...

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"Hay que exterminarlos", aseguró ayer Borís Yeltsin en referencia al comando checheno que se hizo fuerte con 100 rehenes en Pervomáiskoie, localidad de unos 30.000 habitantes en la república caucásica de Daguestán. Pero no está resultando tan fácil. Al caer la noche, las fuerzas rusas continuaban su feroz ataque, lanzado a primera hora de la mañana, con apoyo de artillería y helicópteros, sin lograr la derrota o la rendición de los independentistas. Decenas de muertos -rusos, chechenos y daguestanos- sembraban el campo de una batalla que mantenía a distancia a los periodistas. Pese a la abrumadora superioridad en hombres y material, parece que el Kremlin ha vuelto a subestimar (como ocurrió en enero de 1995 con el asalto a Grozni) la capacidad de resistencia de un pueblo caucásico belicoso como pocos y con una historia repleta de enfrentamientos con el poderoso vecino-invasor-ocupante ruso.

La crisis amenaza con extenderse por la región y pone en aprietos al presidente Yeltsin, que puede encontrarse hoy con que en la sesión inaugural del Parlamento se presente una moción de censura contra su Gobierno.

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