Estudiantes despierta a tiempo

Difícil de creer pero rigurosamente cierto: el León pareció, en alguna fase del partido, un equipo rápido. Y eso deja en mal lugar al Estudiantes, que precisamente presume de eléctrico. El grupo de Aranzana vive y, por tanto, juega, al son que marca su líder, Corny Thompson.El León anestesió al enemigo con su habitual maniobra de distracción, el sopor de su juego de salón. El equipo madrileño jugaba sin extranjeros y sin Orenga, a quien Cony pronto mandaba al banco con tres personales. La puesta en escena de Azofra cambió el decorado. Con 8-22, en el marcador en el ecuador de la primera...

Difícil de creer pero rigurosamente cierto: el León pareció, en alguna fase del partido, un equipo rápido. Y eso deja en mal lugar al Estudiantes, que precisamente presume de eléctrico. El grupo de Aranzana vive y, por tanto, juega, al son que marca su líder, Corny Thompson.El León anestesió al enemigo con su habitual maniobra de distracción, el sopor de su juego de salón. El equipo madrileño jugaba sin extranjeros y sin Orenga, a quien Cony pronto mandaba al banco con tres personales. La puesta en escena de Azofra cambió el decorado. Con 8-22, en el marcador en el ecuador de la primera parte, el base acudió en ayuda de Herreros, que despertaba en ese momento.

La sociedad Azofra-Herreros electrizó a su escuadra y el Estudiantes recuperó gran parte del terreno cedido caprichosamente (37-40 en el descanso). Fué la prueba definitiva de que el León está cogido con alfileres.

Bastó que Mijailov decidiera entrar en la refriega debajo de los tableros, que el otro Thompson regulara mínimamente su punto de mira y que el colectivo forzara en defensa -todo ello bajo el liderazgo de Herreros y, cuando le dejan jugar, Azofra- para que Estudiantes sumara un triunfo gris.