Ciprià Ciscar coordinará la campaña

Mientras la zozobra sigue recorriendo el PSOE hasta que se conozca la identidad de su candidato para las elecciones de marzo, la dirección del partido trabaja silenciosamente en todos los aspectos de la organización electoral que no requieran la foto del candidato: movilización interna, preparación de materiales para el futuro programa electoral y multitud de reuniones más que discretas con dirigentes y personalidades relevantes del partido para hacer el diagnóstico de su mala situación y los mensajes que les permitan salir de ella.De todo ello se ocupa el secretario de organización, Ciprià Ci...

Mientras la zozobra sigue recorriendo el PSOE hasta que se conozca la identidad de su candidato para las elecciones de marzo, la dirección del partido trabaja silenciosamente en todos los aspectos de la organización electoral que no requieran la foto del candidato: movilización interna, preparación de materiales para el futuro programa electoral y multitud de reuniones más que discretas con dirigentes y personalidades relevantes del partido para hacer el diagnóstico de su mala situación y los mensajes que les permitan salir de ella.De todo ello se ocupa el secretario de organización, Ciprià Ciscar, nombrado responsable de la campaña electoral en la ejecutiva del pasado lunes, sin que se haya dado publicidad al nombramiento por propia decisión de Ciscar.En los aspectos programáticos e ideológicos trabaja desde el verano Joaquín Almunia, secretario de estudios y programas, además de presidente del Grupo Parlamentario Socialista. Alejandro Cercas lo hace desde su área de participación ciudadana y movimientos sociales, y Txiki Benegas, Secretario de relaciones políticas e institucionales, en contacto con los grupos del PSOE en la oposición allí donde gobierna el Partido Popular.

Al margen de la pelea que se producirá en torno al candidato -más por aspectos formales que de fondo-, se observa en el PSOE un tono moderadamente optimista respecto a sus posibilidades electorales. El resultado en los comicios catalanes les ha hecho reafirmarse en la "solidez de su suelo". Los socialistas siguen manejando, porque así lo dicen las encuestas, ese 30% de apoyo que apenas se ha movido incluso en los momentos de mayores escándalos.