CICLISMO

Vacaciones con la ONCE

Manolo Saiz dirige el trabajo, de sus corredores a través del fax

Si usted cree que después de 35.000 kilómetros bajo el sol, el frío o la lluvia a lomos de una bicicleta, un ciclista entierra su bicicleta para disfrutar de un merecido mes de vacaciones, usted no conoce a un ciclista. Si piensa que después de ganar carreras desde febrero hasta finales de septiembre, el francés Laurent Jalabert se habrá tomado un buen respiro, ni conoce a Jalabert ni, por supuesto, la filosofía de Manolo Sáiz. Los de la ONCE apagan el motor apenas un par de semanas. No hay convenio colectivo que valga. En la ONCE vacaciones es. sinónimo de. "descanso activo". Siempre se ha di...

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Si usted cree que después de 35.000 kilómetros bajo el sol, el frío o la lluvia a lomos de una bicicleta, un ciclista entierra su bicicleta para disfrutar de un merecido mes de vacaciones, usted no conoce a un ciclista. Si piensa que después de ganar carreras desde febrero hasta finales de septiembre, el francés Laurent Jalabert se habrá tomado un buen respiro, ni conoce a Jalabert ni, por supuesto, la filosofía de Manolo Sáiz. Los de la ONCE apagan el motor apenas un par de semanas. No hay convenio colectivo que valga. En la ONCE vacaciones es. sinónimo de. "descanso activo". Siempre se ha dicho que los ciclistas hibernan pero no descansan. E hibernando están. Pero una, cosa es eso y otra suponer que, a dos meses de que comience la próxima temporada (primera semana de febrero), los ciclistas de la ONCE lleven algo más de un mes de trabajo a sus espaldas. Manolo Saiz el el culpable, un director empeñado en crear escuela.

Y la escuela de Saiz es un tanto tecnocrática, muy pendiente de no olvidar un solo detalle. Quienes han hecho, carrera a fuerza de recomendar a un ciclista que, el invierno ha de emplearlo en comer buenos filetes y recorrer muchos kilómetros, están décadas de distancia de este joven director para quien todo nuevo invento es susceptible de ser utilizado al servicio del ciclista. Y está orgulloso de ello. Todos y cada uno de sus corredores tienen instalado en su domicilio un fax por el que reciben semanalmente las instrucciones de entrenamiento. Las llamadas telefónicas son constante. Los datos que ha tornado el pulsómetro en cada entrenamiento terminan dando sus frutos en un disco de ordenador. Nada parece que pueda cogerle por sorpresa.Tras dos semanas de vacaciones, Jalabert recibió en su domicilia a mediados de octubre las instrucciones pertinentes. Comenzaba el periodo de descanso activo: dos semanas de suave trabajo a base de natación, pesas, unas largas caminatas y tres. horas de bicicleta "a ritmo lento y por terreno ondulado" una o dos veces En resumidas por semana cuentas: hora y media de movimiento por la mañana y. tres cuartos de hora por la tardé. Cada corredor debe estar inscrito en un gimnasio cercano (o tener un buen equipo de pesas en su casa) y respetar ciertas recomendaciones en su dieta alimenticia.Las dos semanas de "adaptación" darán paso a las seis semanas de preparación física general", que a su vez pondrán al ciclista en condiciones de afrontar la ."preparación física específica". A mediados de diciembre, los corredores de la ONCE, estarán. inmersos en un trabajo de gran intensidad. En enero habrá un corto periodo de concentración, tras el cual entrarán en la competición. Para entonces, un corredor habrá levantado varias toneladas, recorrido sobre los 3.500 kilómetros en bicicleta y empleado el equivalente a varios días en, trabajos de resistencia. Manolo Saiz habrá regulado muchos detalles de cada preparación. Tiene ejemplos para ilustrar el caso: ordenar tres horas de, bíci a intensidad media, de los cuales 15 minuto s se harán a intensidad fuerte sin rebasar el umbral (unas 180 pulsaciones por minuto). Saiz puede detallar el tipo de terreno (ondulado, llano o directamente duro) y el desarrollo a emplear. Los contactos telefónicos le permiten hacer las pertinentes correcciones al momento; es decir; ordenar más o menos intensidad en el trabajo.

¿No es terrible controlar de ese modo la vida de un ciclista? "Mis ciclistas no se quejan", responde con orgullo, y tiene sus ventajas. Engordan menos, durante el invierno y llevan una preparación metódica, sin prisas. Ellos han visto los beneficios de esta preparación. De un año a otro modificamos la estructura del trabajo para evitar la rutina. Puedo decir que van contentos al gimnasio y que ellos han visto los beneficios de esta preparación".

Saiz lleva el control desde su despacho donde se amontonan, los papeles; unos son dibujos con una gran variedad de ejercicios, otros simples hojas de cálculo con casillas que va rellenando conforme se cumplen los objetivos. Saiz ha creado un nuevo modelo de director ciclista. Ahora bien, si quiere trabajar para él, olvídese, de las vacaciones.

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