AUTOMOVILISMO - MUNDIAL DE RALLIES

Sainz se muestra impotente para frenar a McRae

El piloto escocés afronta la etapa decisiva del RAC con una ventaja de 17 segundos

Colin McRae sentó ayer las bases para que el título mundial de rallies no se marche de Gran Bretaña. Durante la tercera etapa del RAC Rally, el piloto escocés dejó contra las cuerdas a Carlos Sainz, su rival y compañero, a la espera de rematarlo hoy en la última jornada de la carrera y en el último capítulo del campeonato. El asalto de McRae al liderato del español duró todo el día y se concretó en el último momento. Sainz afrontará el juicio final con 17 segundos de desventaja y la sensación de que sólo un milagro puede llevarle al tricampeonato.El día que toda Gran Bretaña hablaba...

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Colin McRae sentó ayer las bases para que el título mundial de rallies no se marche de Gran Bretaña. Durante la tercera etapa del RAC Rally, el piloto escocés dejó contra las cuerdas a Carlos Sainz, su rival y compañero, a la espera de rematarlo hoy en la última jornada de la carrera y en el último capítulo del campeonato. El asalto de McRae al liderato del español duró todo el día y se concretó en el último momento. Sainz afrontará el juicio final con 17 segundos de desventaja y la sensación de que sólo un milagro puede llevarle al tricampeonato.El día que toda Gran Bretaña hablaba de las confesiones televisivas de la princesa de Gales, McRae hizo méritos para compartir titulares y protagonismo con lady Di. Y fue precisamente por tierras del País de Gales donde el piloto escocés realizó la soberbia exhibición que le condujo a las puertas de la gloria.

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En siete tramos cronometrados -172 kilómetros-, McRae Arañó segundos en cada curva para recortar la ventaja que Sainz había acumulado la víspera (39 segundos). Le superó al final, en el último hachazo, y tendió para su Subaru azul una alfombra dorada hacia el título. Significó más la forma de conseguirlos que los 17 segundos de ventaja al término de la jornada.

McRae partió ayer con la certeza de que la diferencia favorable al español era ficticia, que se debía más a sus propios problemas que al dominio de su enemigo. Y se lanzó desenfrenado en busca del liderato. Y lo obtuvo, justo en la última prueba cronometrada del día, justo a tiempo de dejar el peor de los sabores en la boca de Sainz.

Al escocés no le detuvieron ni la lluvia -presente casi toda la jornada-, ni el barro, ni los esfuerzos del propio Sainz. Casi no le hizo falta, ni el aliento del público, tan grande era su convencimiento. También le ayudó el factor mecánico: a pesar de que se quejó de problemas de transmisión, el coche de McRae pareció más poderoso que el del español.

"No puedo correr más"

Sainz se pasó el día haciéndose la pregunta que inquieta a media España: ¿es que su coche-corre menos que el de McRae?, ¿será verdad que el equipo lo manipula para favorecer al piloto británico? No hay respuesta para tal cuestión, aunque la posibilidad existe y es sencilla. En cada asistencia de Subaru los técnicos y mecánicos de Sainz destripan el coche y le conectan un ordenador que puede cambiar decenas de cosas, desde la inyección hasta la riqueza de la gasolina o la presión del turbo. Sólo es necesaria la voluntad de hacerlo.Pero un dato es significativo de la mayor potencia del Subaru de McRae. El tramo 16 tenía 25 kilómetros, de los cuales 22 eran llanos o en bajada y los tres últimos en subida. Sainz sólo perdió cinco segundos en la primera parte y la cuenta se elevó hasta ocho al final. En tres kilómetros de subida, cuando la potencia del coche tiene más importancia, el español perdió tres segundos. Algo nada habitual.

Sin embargo, Sainz no quiso acusar al equipo. "No puedo correr más", explicó. "Colin debe de estar corriendo mucho, porque no lo entiendo, no sé de dónde ni cómo me sara tanto tiempo". Y es que en cada tramo la preocupación de Sainz era conocer cuánto tiempo le había ganado McRae, y no saber si él había sido más rápido que el rival. De los siete tramos, el escocés ganó seis y sólo uno su corripañero, justo en una zona inundada por la niebla.

La lucha por el triunfo y por el título vivirá hoy su episodio final. "Está muy dificil, casi imposible, pero hay que intentarlo" dijo Sainz. Mientras, su rival comentó: "Todo va bien. Espero derrotar a Carlos". Diferentes maneras de enfocar una. jornada decisiva, distinta moral, consecuencia de lo sucedido en los bosques de Gales.

Nada impide ya, por otra parte, que Sainz y McRae se entreguen en su pelea fratricida. La retirada del sueco Kenneth Eriksson (Mitsubishi), por culpa de una aparatosa salida de pista, dio prácticamente el título de marcas a Subaru. Ese objetivo ya no es un freno para Carlos y Colin, ya que el tercer hombre de la escuadra, Richard Burns, asegura los puntos suficientes para la consecución del Mundial de constructores. Burns es tercero de la general.

"Ya pueden correr todo lo que. quieran", avisó David Richards, el patrón de- Prodrive Subaru. Y por lo visto ayer, McRae puede correr más que Sainz.

Clasificación

1º C. McRae-Ringer (Subaru), 4h 9m 40s; 2º Sa¡nz-Moya (Subaru), a 17 segundos; Burns-Reid (Subaru), a 5m 5s.

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