FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN B

El Leganés se acomoda en la cola

El Moscardó endosa a los 'pepinillos' el farolillo rojo

El último de la fila vive siempre con la puerta del sótano cerrada, con pocas posibilidades de salir al exterior. Es una situación asfixiante. Así está el Leganés B, un equipo que debería estar entre los mejores del grupo VII de Tercera División, pero que, por el follón veraniego con la resolución de la Liga de 22, se encuentra pasando penurias en el último puesto del Grupo I de Segunda B. Ayer, el filial del Leganés dio un paso más hacia la categoría donde por mérito futbolístico debe estar: en Tercera. Bastante tienen los pepinillos con ofrecer un par de jugadores por temporada a los ...

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El último de la fila vive siempre con la puerta del sótano cerrada, con pocas posibilidades de salir al exterior. Es una situación asfixiante. Así está el Leganés B, un equipo que debería estar entre los mejores del grupo VII de Tercera División, pero que, por el follón veraniego con la resolución de la Liga de 22, se encuentra pasando penurias en el último puesto del Grupo I de Segunda B. Ayer, el filial del Leganés dio un paso más hacia la categoría donde por mérito futbolístico debe estar: en Tercera. Bastante tienen los pepinillos con ofrecer un par de jugadores por temporada a los pepineros. Ésa es su misión.El Moscardó, el visitante de ayer en el Municipal, tampoco anda sobrado. De hecho, si llega a perder, el equipo de Usera se hubiera metido en la zona de los pobres. Pero al Mosca se le pusieron muy pronto las cosas inmejorables. No habían pasado cinco minutos de juego cuando los visitantes ya tenían los tres puntos en el bolsillo. El excelente gol de José Mari enterró las posibilidades del Leganés, al que le cuesta media vida llegar a la portería contraria. La otra media se la deja intentando tirar a la portería contraria.

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Pero tuvo sus oportunidades el equipo local. Sobre todo de cabeza, cuando salió en el segundo tiempo el tanque Garcinuño, que tuvo un par de ocasiones para equilibrar el partido. No fue así y esto terminó por hundir más a los locales. El Moscardó aprovechó al final un par de contraataques para culminar la goleada. El aficionado de Usera, que se quejaba en la taquilla del precio de las localidades (1.500 pesetas), terminó por consolarse: "Bueno, al fin y al cabo, tampoco está tan mal: a 500 pelas el gol".

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