GENTE

NOCHE BURBUJEANTE

Andy McDowell, la protagonista de Cuatro bodas y un funeral, y José Ferrer, el presidente del cava Freixenet en Chicago, de bruces al legendario lago Michigan, amanecieron ayer bailando a lo loco en la Galleria Marchetti de la mítica ciudad que ha escrito su historia abigarrada creando políticos, escenificando la épica del sindicalismo americano, ofreciéndose como la capital del gansterismo en un tiempo y cuajando, a la postre, el espacio de la inteligencia con sus célebres universidades, sus casas de edición y sus museos. Fue el epílogo de la presentación mundial del spot...

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Andy McDowell, la protagonista de Cuatro bodas y un funeral, y José Ferrer, el presidente del cava Freixenet en Chicago, de bruces al legendario lago Michigan, amanecieron ayer bailando a lo loco en la Galleria Marchetti de la mítica ciudad que ha escrito su historia abigarrada creando políticos, escenificando la épica del sindicalismo americano, ofreciéndose como la capital del gansterismo en un tiempo y cuajando, a la postre, el espacio de la inteligencia con sus célebres universidades, sus casas de edición y sus museos. Fue el epílogo de la presentación mundial del spot que, año tras año, ha consagrado este cava como singular estilo televisivo para felicitar las navidades a todo el Planeta. El otro protagonista de la edición 1995 de esta publicidad es el bailarín Nacho Duato, director artístico actual de la Compañía Nacional de Danza. Liza Minnelli, Gene Kelly, Miguel Bosé, Plácido Domingo, José Carreras, Sharon Stone, Kim Basinger, Antonio Banderas.... han precedido a McDowell y a Duato en los anuncios de los últimos años. En Chicago, anoche, la puesta de largo del minifilme más caro del mundo, que fue rodado en Barcelona' coincidió con el 70 cumpleaños de Ferrer, que echó la casa por la ventana ante los representantes de los medios de comunicación de toda España que se trasladaron a Chicago y que, con familiares y dirigentes de la empresa fueron el coro del espectáculo inusitado que crearon las famosas burbujas, mientras la protagonista y el homenajeado cortaban un pastel monumental que, con el vino "de la inteligencia que embellece", como susurraba la Pompadour a sus amantes, abrió las puertas de una fantástica noche en blanco.-

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