FÓRMULA 1

El más joven y el mejor pagado de la historia

Schumacher no necesitaba la victoria para proclamarse campeón. Le bastaba con clasificarse cuarto. Pero fue su orgullo lo que le llevó a buscar intensamente la victoria: la octava que lograba esta temporada y la l8ª de su carrera en la F-1. Schumacher igualó ayer con dos títulos a los míticos Graham Hill, Alberto Ascari, Jim Clark y Emerson Fittipaldi. Sin embargo, el alemán aporta un hecho diferencial. Es el piloto más joven de la historia que ha logrado dos títulos mundiales. Tiene 26 años y 10 meses. Y supera en este apartado al brasileño Fittipaldi, que lo logró rozando ya los 28 años.Tras...

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Schumacher no necesitaba la victoria para proclamarse campeón. Le bastaba con clasificarse cuarto. Pero fue su orgullo lo que le llevó a buscar intensamente la victoria: la octava que lograba esta temporada y la l8ª de su carrera en la F-1. Schumacher igualó ayer con dos títulos a los míticos Graham Hill, Alberto Ascari, Jim Clark y Emerson Fittipaldi. Sin embargo, el alemán aporta un hecho diferencial. Es el piloto más joven de la historia que ha logrado dos títulos mundiales. Tiene 26 años y 10 meses. Y supera en este apartado al brasileño Fittipaldi, que lo logró rozando ya los 28 años.Tras la carrera, Schumacher se sentía exultante. Se abrazó al director de su equipo Benetton-Renault, Flavio Briatore. "Es un gran momento para mí", fueron sus primeras declaraciones. "Sobre todo por la forma en que he obtenido el título. Ganar la carrera y el campeonato al mismo tiempo ha sido difícil". El alemán valoró más aún su esfuerzo por cuanto sabía que los Williams eran más rápidos. "Al ver que era quinto después de la salida, pensé que no podría ganar. Pero no perdí la esperanza".

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Esa esperanza, su ímpetu y su firme convicción en la victoria le ha llevado muchas veces en volandas hacia triunfos impensables. Esa es una característica de su indómito carácter. Siempre es muy competitivo y busca la perfección. "Me siento totalmente diferente del año pasado, cuando gané mi primer título", comentó. "Entonces me di cuenta de que era campeón del mundo tras dos o tres minutos. Hoy he tenido conciencia de ello en cuanto he cruzado la línea de meta".

Schumacher no renuncia a la celebración de su victoria. "Voy a hacer una gran fiesta". Pero tampoco renuncia a ninguno de los dos grandes premios que faltan todavía para que finalice el campeonato. "Todavía me queda un objetivo: dar el título a Benetton", indicó. Su obsesión ya no se limita a ganar carreras, sino a batir récords. Si se impone también en las dos últimas pruebas del Mundial habrá alcanzado otra marca: la de victorias en una misma temporada, que posee el británico Nigel Mansell (Williams-Renault) con nueve triunfos en 1992.

Por ahora ya ha roto uno de los récords más lucrativos. A partir de la próxima temporada será el piloto mejor pagado de la historia. Esta ha sido su última campaña en Benetton. Las dos próximas correrá con Ferrari y percibirá 9.000 millones de pesetas, 4.500 por año.

Schumacher debutó en la F-1 en 1991 con Jordan. Pero una carrera después ya lucía los colores de Benetton-Ford. Fue en esta escudería, que posteriormente cambió a Motores Renault, donde ha logrado sus mejores éxitos. Este 1995 será de difícil olvido para él: además de ganar su segundo título mundial, ha contraído matrimonio con Corinna. La próxima temporada afrontará el desafío de llevar al triunfo a los bólidos rojos de Ferrari.

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