Estreno del Merida

En un partido para el recuerdo, el Mérida devolvió la alegría a la afición. La primera victoria del equipo extremeño ante su público se elaboró en un primer tiempo brillante. Andaba el público emeritense cansado de tanto drama y sufrimiento y reclamaba a voces un cambio de género, respetando actores y escenario. Krecic y los suyos, intérpretes sobrios pero grises en la tragedia, supieron reciclarse a gusto del espectador y, como si de una comedia de Plauto se tratara, apareció el divertimento y un clímax desconocido se estableció.Desde los primeros instantes se vio que el partido tenía dos nom...

En un partido para el recuerdo, el Mérida devolvió la alegría a la afición. La primera victoria del equipo extremeño ante su público se elaboró en un primer tiempo brillante. Andaba el público emeritense cansado de tanto drama y sufrimiento y reclamaba a voces un cambio de género, respetando actores y escenario. Krecic y los suyos, intérpretes sobrios pero grises en la tragedia, supieron reciclarse a gusto del espectador y, como si de una comedia de Plauto se tratara, apareció el divertimento y un clímax desconocido se estableció.Desde los primeros instantes se vio que el partido tenía dos nombres propios: Sinval y Correa. Sinval se ha convertido ya en la referencia obligada. Y el uruguayo Correa se adjudicó el papel de secundario de lujo.