El síndrome de la soledad

Joaquín Fernández, el mejor nadador español de los 200 metros braza, decidió abandonar el plan de traba o elaborado por su entrenadora Dolors Jané y reincorporarse a la disciplina de la selección española, en el grupo que dirige Joan Fortuny en el CAR de Sant Cugat. Fernández de 24 años, confesó que está cansado de trabajar en solitario -se, entrenaba en el CAR con su preparadora y Silvia Parera- y se negó a seguir haciéndolo así hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta del próximo año."El pasado martes se planteó seriamente esta cuestión y decidió que no podía seguir entrenándose en solitario", ...

Joaquín Fernández, el mejor nadador español de los 200 metros braza, decidió abandonar el plan de traba o elaborado por su entrenadora Dolors Jané y reincorporarse a la disciplina de la selección española, en el grupo que dirige Joan Fortuny en el CAR de Sant Cugat. Fernández de 24 años, confesó que está cansado de trabajar en solitario -se, entrenaba en el CAR con su preparadora y Silvia Parera- y se negó a seguir haciéndolo así hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta del próximo año."El pasado martes se planteó seriamente esta cuestión y decidió que no podía seguir entrenándose en solitario", confesó ayer Joan Fortuny, técnico de la Federación Española de Natación. "No es que entre él y Dolors haya habido un enfrentamiento. Simplemente, ha escogido otro camino. Pero nuestras relaciones con ella siguen siendo buenas", añadió Fortuny.

Fernández llevaba 12 años entrenándose con Jané. El pasado mes de marzo sufrió una lesión de rodilla que se le reprodujo en verano, antes de iniciarse el Campeonato de Europa. Después fue operado. "Esta situación ha frenado en parte sus expectativas. Pero esos problemas y los de cambiar de entrenador son transitorios. Por nuestra parte, no hay ningún inconveniente para que se incorpore a uno de nuestros grupos en el CAR", señaló ayer Luis Villanueva, seleccionador nacional.

Tanto Villanueva como Fortuny coincidieron en que el nadador tiene tiempo sobrado para recuperarse y lograr algo importante en Atlanta. "No ocupó el lugar que le correspondía en el último Europeo -acabó 14º-, pero no tengo ninguna duda de que logrará la mínima para Atlanta", indicó Villanueva. Y Fortuny añadió: "Su motivación es buena. Sabe el paso que acaba de dar y tiene sus problemas de rodilla resueltos. Ahora está un poco aturdido, pero eso es lógico".

El nadador fue cuarto en el Mundial de Perth de 1991 en 200 metros braza. El próximo mes de marzo, en el Campeonato de España de invierno, debe lograr la mínima que le clasifique para los Juegos de Atlanta de 1996.