COMPETICIONES EUROPEAS

El Betis se pasea ante el Kaiserslautern

El Betis perdió ayer en Kaiserslautern la ocasión de devolverle al equipo local eljorobo, los cinco goles que hace 13 temporadas le metieron en aquel mismo escenario al Madrid. El otrora bastión inexpugnable del Betzenberg, rebautizado con el nombre glorioso de su futbolista más emblemático, Fritz Walter, se ha convertido en una perita en dulce para los visitantes. El Kaiserslautern no ha ganado un partido en toda la actual Bundesliga y el equipo ayer parecía una colección de leñadores que se paseaban por la pradera, tras una dura jornada laboral.El Betis fue superior en ubicación, técn...

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El Betis perdió ayer en Kaiserslautern la ocasión de devolverle al equipo local eljorobo, los cinco goles que hace 13 temporadas le metieron en aquel mismo escenario al Madrid. El otrora bastión inexpugnable del Betzenberg, rebautizado con el nombre glorioso de su futbolista más emblemático, Fritz Walter, se ha convertido en una perita en dulce para los visitantes. El Kaiserslautern no ha ganado un partido en toda la actual Bundesliga y el equipo ayer parecía una colección de leñadores que se paseaban por la pradera, tras una dura jornada laboral.El Betis fue superior en ubicación, técnica y consistencia física. El equipo andaluz controló el partido desde el primer monento con una ,excelente ubicación sobre la pradera, mientras el Kaiserlauten era una banda deslavazada y sin rumbo.

En la primera parte, el equipo local sólo dio la sensación de que podría lograr un gol gracias a los cabezazos del delantero Marshall, quien en cuatro ocasiones hizo pasar apuros a Jaro. Las ocasiones del Betis fueron mucho más nítidas.

Tras el descanso, el Kaiserlautern marcó su gol. Por un instante pareció que el equipo local podría tomar las riendas del partido, pero duró eso, un instante. Alexis volvió a tomar la batuta en el centro. En el ataque inmediato al gol, el defensa Wagner tuvo que sacar el freno de emergencia y el árbitro maltés, un desatre, le perdonó la tarjeta roja. La amarilla también le habría enviado a la caseta, porque ya estaba amonestado.

El Betis realizó varios despliegues vistosos y controló todo el tiempo el partido, pero faltó un poco más de empeño y sin duda habría subido el jorobo al marcador. De los un día llamados diablos rojos, ni rastro. No se les vio por ninguna parte.

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