Reportaje:

Tarjetas amarillas, rojas y... magnéticas

Los árbitros de fútbol recurren al ordenador para redactar las actas de los partidos

Los árbitros de fútbol van a abultar su tarjetero a partir de la segunda vuelta de la Liga, Sus tarjetas no serán sólo, amarillas y rojas. También dispondrán de tarjetas magnéticas, capaces de abrir el ordenador con el que redactarán y enviarán las actas de sus partidos a la Federación. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) va, a poner a disposición de cada uno de los 42 árbitros de Primera y Segunda División un ordenador portátil. La Federación hizo un par de intentos con dos conocidas empresas de informática, pero desistió ante su coste, unos 60 millones de pesetas. El fútbol español es pioner...

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Los árbitros de fútbol van a abultar su tarjetero a partir de la segunda vuelta de la Liga, Sus tarjetas no serán sólo, amarillas y rojas. También dispondrán de tarjetas magnéticas, capaces de abrir el ordenador con el que redactarán y enviarán las actas de sus partidos a la Federación. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) va, a poner a disposición de cada uno de los 42 árbitros de Primera y Segunda División un ordenador portátil. La Federación hizo un par de intentos con dos conocidas empresas de informática, pero desistió ante su coste, unos 60 millones de pesetas. El fútbol español es pionero en este, campo y federaciones como las de Alemania, Inglaterra y Francia se han interesado por el experimento.Los árbitros españoles han mostrado su apoyo y satisfacción por el cambio. "¡Ya era hora! ¡Si sólo nos faltaban los manguitos de los antiguos oficinistas... Si necesitamos llevar hasta papel de calco!", proclamó el colegiado internacional Juan Antonio Fernández Marín, psicólogo en un centro de disminuidos psíquicos en Torrent (Valencia). Su trabajo no acaba con el pitido final.

La labor más ingrata le espera en la caseta. La burocracia requiere ahora seis copias del acta arbitral (sus destinatarios son: el Comité de Competición, el Comité de Árbitros, los respectivos equipos, la federación territorial y el propio colegiado). Este número, de copias obliga a escribir dos ejemplares como mínimo.

"Un día me cansé y no volví a llevar mi máquina de escribir como si fuera parte del uniforme arbitral. Si me la proporciona el club, vale; si no, a escribir a mano", contó otro colegiado internacional, Manuel Díaz Vega, trabajador de una entidad bancaria en Oviedo. "Estamos peor que en Tanzania", añadió este árbitro. "Había que ver ahora las actas. Hay que aprovechar los impresos y en ellos, figuran los jugadores del 1 al 11, pero resulta que, con su numeración fija, ahora no valen. Son una auténtica chapuza, llenas de tachones....".

Los árbitros han firmado la jubilación para la máquina de escribir. A partir del próximo enero, además del silbato, colocarán en su bolsa de viaje una máquina de apenas dos kilos. Es el ordenador portátil. Sólo se pondrá en funcionamiento al registrar la tarjeta magnética que la Liga Profesional facilitará a cada árbitro con una clave con número y letras, secreta incluso para el propio colegiado. El impreso del acta es materialmente reproducido en el ordenador por el programa informático elaborado por la Liga Profesional.

El árbitro se limitará a rellenar los apartados correspondientes: alineaciones, sustituciones, amonestaciones, expulsiones.... El ordenador llega a decir al árbitro que tal jugador, incluido por su entrenador en la alineación, no puede jugar. El ordenador acumula en su base de datos las tarjetas de los jugadores y sus expulsiones.

El acta es firmada por los capitanes, entrenadores y delegados de cada equipo por medio de sus1arjetas magnéticas individuales. La labor del árbitro concluye apretando la tecla de transmisión. El acta llega al ordenador central de la Liga, que, automáticamente, la remite al de la Federación y al del Comité de Árbitros. "La manipulación es imposible", aseguró el secretario general de la Liga, Jesús Samper. "Nadie tiene acceso a lo que ha redactado el árbitro más que él. La Liga, la Federación y el Comité, a lo máximo que pueden llegar es a leer el acta".

Apenas transcurrida una hora desde el final del partido, las actas pueden estar en la Federación, donde ahora llegan en algunos casos por correo, dos días despúes del encuentro, o por fax, con los errores que después han de ser subsanados. con llamadas telefónicas al árbitro.Esta rapidez es muy positiva", resaltó Alfredo Flórez, presidente del Comité de Competición. "Así podemos estudiar las actas al día siguiente del partido, y no como ahora que nos obligan a, hacerlo un par de fechas después, con los problemas de tiempo que se originan para que luego los equipos que lo deseen puedan recurrir".

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