FUTBOL SEPTIMA JORNADA DE LIGA

El nuevo Barça se doctora en Sevilla

El joven e inédito equipo azulgrana fulminó al Betis al contragolpe

La cita de anoche en el Villamarín proclamó definitivamente a los herederos del Barcelona. Cruyff arriesga. Forma parte de su filosofía. Ayer se inventó una línea de centrocampistas salida directamente de la escuela y con la misión de dictar una formidable lección de contragolpes. Toni, Óscar y Roger fueron condecorados por la velocidad cerebral con que organizan un desastre con tres golpes de balón. Y Figo por interpretar como un robot la orden del míster de ejercer de maestro de la clase. El Barça, además, trató con aseo el balón en su área. Nunca se descompuso cuando en el Betis se t...

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La cita de anoche en el Villamarín proclamó definitivamente a los herederos del Barcelona. Cruyff arriesga. Forma parte de su filosofía. Ayer se inventó una línea de centrocampistas salida directamente de la escuela y con la misión de dictar una formidable lección de contragolpes. Toni, Óscar y Roger fueron condecorados por la velocidad cerebral con que organizan un desastre con tres golpes de balón. Y Figo por interpretar como un robot la orden del míster de ejercer de maestro de la clase. El Barça, además, trató con aseo el balón en su área. Nunca se descompuso cuando en el Betis se tocó a rebato. Y eso que los verdiblancos nunca se escondieron. Cruyff no tuvo más remedio que adelantar el siglo que viene. La enfermería y los protocolos de la Eurocopa trasladaron a la cancha a futbolistas sin galones. Y el partido era de una en vergadura anchísima. Al Bar celona no sólo le bastaba que un grupo de escolares de la Masía, criaturas atrevidas eso sí, saltaran al Villamarín con arrestos suficientes para el abordaje de un Betis que Serra Ferrer ha convertido en impermeable. El adiestramiento de pretemporada no sería suficiente. Valdría la memoria, pero no la improvisación. Los jóvenes supieron funcionar Con la partitura del jefe. Cruyff prefirió desatar el argumento del partido entregando el gobierno a Roger y Toni Velamazán. Fue a por todas con los herederos. Desheredó, sin embargo, a De la Peña, que no estuvo invitado hasta más tarde. El centrocampista puso, sin embargo, una guinda magistral, con un gol de bandera que cerró la cruel goleada que sufrió el Betis. No fueron Guardiola, Bakero, Nadal o Amor los que soportaron el peso de la prueba. El centro del campo que alineó Cruyff era una especie de testamento: no importan los hombres, importa la imaginación.

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Al otro lado estaba el Betis, un equipo regido por la musculatura y la dosis pulmonar; un grupo que trabaja duro por poner el balón a disposición de un imaginero, Alexis, el dueño de la circulación. El Betis está marcado todavía por la señal de la humildad, a pesar de que está atravesado por un espinazo formidable: Vidakovic, Alexis y Alfonso. Pero nunca le convino colgar la piel de cordero. Ayer salió a entrevistarse con el Barça de tú a tú. No cabía otra alternativa a la vista de la edad media de su oponente. Tampoco había otra opción posible a partir de las nueve y seis minutos, hora del 0-1. Después, incluso con el 0-2, siguió luchando y asustó con el 2-1, pero acabó goleado con estrépito ante el tremendo contragolpe de un rival que tuvo mucha suerte en defensa, pero que se mostró inmensamente eficaz.

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