El fiscal belga pide al Parlamento que procese al jefe de la OTAN

El escándalo Agusta, el pago de comisiones ilegales a políticos socialistas belgas a finales de los ochenta, ha golpeado con más fuerza que nunca al secretario general de la OTAN, cuyo procesamiento por corrupción y falsedad pidió ayer al Parlamento el fiscal general. Willy Claes, que ayer presidía en Williamsburg (Virginia) una importante reunión de la Alianza en la que se discutía sobre la futura fuerza de paz en Bosnia, será juzgado, si el pleno de la Cámara así lo decide, por el Tribunal de Apelación, equivalente al Supremo en España.

El fiscal general considera que existen "numeros...

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El escándalo Agusta, el pago de comisiones ilegales a políticos socialistas belgas a finales de los ochenta, ha golpeado con más fuerza que nunca al secretario general de la OTAN, cuyo procesamiento por corrupción y falsedad pidió ayer al Parlamento el fiscal general. Willy Claes, que ayer presidía en Williamsburg (Virginia) una importante reunión de la Alianza en la que se discutía sobre la futura fuerza de paz en Bosnia, será juzgado, si el pleno de la Cámara así lo decide, por el Tribunal de Apelación, equivalente al Supremo en España.

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El fiscal general considera que existen "numerosos indicios de culpabilidad" en contra de Claes, que, supuestamente, tuvo conocimiento y fue destinatario directo de buena parte de las comisiones ilegales con las que, en 1988, la firma italiana Agusta engrosó las arcas de los socialistas (francófonos y, valones) para que éstos favoreciesen a su oferta en la compra de 46 helicópteros para el Ejército de Tierra. El contrato, que Agusta se adjudicó frente a sus competidores francés y alemán, ascendió a 54.000 millonies de pesetas. Las comisiones, a 230 millones. Claes, ex ministro de Economía y dirigente del Partido Socialista flamenco (SP), lo niega casi todo. Sólo admite que se enteró de la oferta de la empresa italiana, pero que la rechazó "rotundamente".El escándalo Agusta se destapó a raíz del asesinato en 1991 de un antiguo ministro socialista, André Cools. Desde entonces se ha cobrado otra vida, la del ex jefe de la Fuerza Aérea, el general Jacques Lefebvre, que se suicidó el pasado marzo. Ha llevado a la cárcel a destacados dirigentes del SP (entre ellos dos antiguos secretarios generales y un antiguo secretario de Claes) y ha obligado a dimitir a varios más, incluido (el 22 de marzo pasado) el ministro de Asuntos Exteriores, Frank Vanderbrouke, que fue presidente del partido.

El Parlamento es el único autorizado para procesar a ministros y ex ministros. Si así lo decidiera, Claes sería juzgado por el Tribunal de Apelación, y su posición al frente de la OTAN sería insostenible.

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