FÚTBOL SEXTA JORNADA DE LIGA

Bakero fulmina al Oviedo

El Barça resolvió en media hora con tres goles de su capitán

Vibró anoche media hora el Camp Nou como si fuera un miércoles europeo y no una de esas jornadas laborales impuestas por la solidaridad de la Liga de 22. Estuvo el Barça dinámico, lozano y resolutivo para goce de una grada que se estremeció tanto por la facilidad con la que su equipo gobernó su partido como por el estruendo que provocaron los goles llegados desde Valencia. Fue la azulgrana una faena impecable, asentada en la salida de Guardiola, la llegada de Bakero, el enganche de Figo y el trabajo de Carreras y Nadal.El Barça anestesió al Oviedo desde la salida hasta el descanso. Blindad...

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Vibró anoche media hora el Camp Nou como si fuera un miércoles europeo y no una de esas jornadas laborales impuestas por la solidaridad de la Liga de 22. Estuvo el Barça dinámico, lozano y resolutivo para goce de una grada que se estremeció tanto por la facilidad con la que su equipo gobernó su partido como por el estruendo que provocaron los goles llegados desde Valencia. Fue la azulgrana una faena impecable, asentada en la salida de Guardiola, la llegada de Bakero, el enganche de Figo y el trabajo de Carreras y Nadal.El Barça anestesió al Oviedo desde la salida hasta el descanso. Blindado en defensa por la omnipresencia de Nadal, el grupo de Cruyff caminó por la cancha de acuerdo al toque angelical de Guardiola. Figo fue quien mejor comprendió el mensaje. Moviéndose entre líneas, el portugués conectó siempre con el pase interior y se cargó al equipo a sus espaldas. La línea argumental del choque la completó Bakero. Escondido en la zamarra de Kodro, el capitán. concluyó todos los balones de gol que le llegaron.

Carreras tuvo mucho que ver en la descongestión que logró el Barça de la defensa forastera. El lateral zurdo corrió la banda y se metió por el callejón del 10 como si de un interior se tratara. Celades maniobró con el mismo tino por el flanco derecho. Y Popescu y Amor barrieron el medio campo para que Guardiola tirara la caña mientras Kodro se dejaba caer en las bandas.

Resuelto el partido, murió todo el juego. Los hérores fueron desfilando uno a uno (primero Figo y luego Bakero, fueron sustituidos) y el Barcelona perdió encanto. La aparición en el campo de Iván de la Peña y Hagi significó un monólogo y el Oviedo se estiró.

Descosido el Barcelona, el Oviedo, le encontró sentido al partido. La salida de Iván Anía le dio poder intimidador y amenazó con darle emoción a choque (remató a la madera a falta de un cuarto de hora). Pero la contienda se serenó en el campo y en la grada con la llegada del cuarto gol del Valencia. El Madrid fue siempre el. punto de referencia del choque de anoche en el Camp Nou. Templado el partido, hasta Hagi recuperó el ánimo y se resarció con un gol fabricado entre Iván y Carreras.

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