Crítica:

Drácula de Bram Stoker

21.30 / TerrorHay historias que de puro conocidas necesitan un algo más para justificar su enésima puesta en escena. Coppola lo consigue de largo. Toda la parafernalia que se puede lograr en un cine hipertecnificado es puesto a disposición de las industrias y andanzas del conde Drácula con rigor y precisión. De esta cinta, como de los cerdos, se aprovecha todo. La magnífica aportación de los actores viene arropada por todo un despliegue de fuegos artificiales lanzados con la pericia de los mejores pirotécnicos valencianos....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

21.30 / TerrorHay historias que de puro conocidas necesitan un algo más para justificar su enésima puesta en escena. Coppola lo consigue de largo. Toda la parafernalia que se puede lograr en un cine hipertecnificado es puesto a disposición de las industrias y andanzas del conde Drácula con rigor y precisión. De esta cinta, como de los cerdos, se aprovecha todo. La magnífica aportación de los actores viene arropada por todo un despliegue de fuegos artificiales lanzados con la pericia de los mejores pirotécnicos valencianos.

Bram Stokers Dracula

Estados Unidos, 1992 (122 minutos). Director: Francis F. Coppola. Intérpretes: Winona Ryder, Anthony Hopkins, Gary Oldínan, Jay Robinson.

Archivado En