FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN

El último barullo decidió

Un gol trompicado en el minuto 90 da el triunfo al Leganés

Fue de esas jugadas que el aficionado define como "ahí ha pasado de todo", Pero no lo decía con amargura o cabreo sino con alivio y alegría. Lo decía el seguidor del Leganés, que estaba como unas castañuelas tras el desenlace del barullo del último minuto. La jugada llegaba trompicada al área extremeña. Un disparo en plan churro, el portero que logra despejar, una pierna que no llega, un defensor que resbala y Tocho que cierra los ojos y mete el zapatazo que acaba en la red. Es su primer gol en Segunda.Así, en unos pocos segundos, cuando el partido ya se apagaba, el Leganés pasó de tener un es...

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Fue de esas jugadas que el aficionado define como "ahí ha pasado de todo", Pero no lo decía con amargura o cabreo sino con alivio y alegría. Lo decía el seguidor del Leganés, que estaba como unas castañuelas tras el desenlace del barullo del último minuto. La jugada llegaba trompicada al área extremeña. Un disparo en plan churro, el portero que logra despejar, una pierna que no llega, un defensor que resbala y Tocho que cierra los ojos y mete el zapatazo que acaba en la red. Es su primer gol en Segunda.Así, en unos pocos segundos, cuando el partido ya se apagaba, el Leganés pasó de tener un esquelético punto a embolsarse tres. Aunque llegó en él último instante, el triunfo fue el resultado de un segundo tiempo trepidante por ambos equipos.

El partido comenzó en plan detectivesco. El arma, del Leganés era el saque de esquina. Gerardo, que ya marcó de córner hace siete días, ejecutó el primero en jugada ensayada al segundo palo. No llegó el gol de milagro. Cuando se disponía a sacar el segundo, un aficionado local gritó: "Otra vez al segundo palo".

El técnico madrileño, Luis Sánchez Duque, indicó al aficionado que se callara, que iba a descubrir al contrario su táctica. Fue cuando Josu Ortuondo, entrenador del Extremadura, sacó su lupa de detective. ¿Qué era todo ese tipo de intercambio de palabras? ¿Por qué el entrenador del Leganés mandaba callar a un aficionado?» Ah, por fin descubrió el pastel. Pero era tarde, el nuevo córner ya estaba en marcha. Al segundo palo, claro. No llegó el gol por milímetros. Al siguiente saque de esquina, Ortuondo ya había pegado cuatro gritos a sus jugadores.

El primer tiempo se fue sin apenas más historia. En la continuación se vio un gran partido. Oportunidades para ambos equipos, mayor dominio del equipo madrileño y el gol de Tocho.

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