Juha Kankkunen cede terreno

Carlos Sainz recuperó ayer la esperanza. Todavía puede ser campeón del mundo de rallies. Las ilusiones se las devolvieron el sueco Kenneth Eriksson (Mitsubishi), el escocés Colin McRae (Subaru) y el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), que superaron al gran rival del piloto español, el tetracampeón Juha Kankkunen (Toyota), tras la tercera jornada del Rally de Australia. No obstante, las diferencias entre los cuatro primeros al final de la etapa de ayer no fueron importantes, pues Kankkunen acabó apenas a un minuto de la cabeza, compartida por Eriksson y McRae.El papel de esos tres pilotos fav...

Carlos Sainz recuperó ayer la esperanza. Todavía puede ser campeón del mundo de rallies. Las ilusiones se las devolvieron el sueco Kenneth Eriksson (Mitsubishi), el escocés Colin McRae (Subaru) y el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), que superaron al gran rival del piloto español, el tetracampeón Juha Kankkunen (Toyota), tras la tercera jornada del Rally de Australia. No obstante, las diferencias entre los cuatro primeros al final de la etapa de ayer no fueron importantes, pues Kankkunen acabó apenas a un minuto de la cabeza, compartida por Eriksson y McRae.El papel de esos tres pilotos favorece a Sainz tanto como perjudica a Kankkunen. Sin embargo, el equilibrio puede ser la mejor baza del campeón finlandés, ya que la lucha por el triunfo entre Eriksson, McRae y Makinenen la jornada de esta madrugada, la última del rally, hará que el ritmo sea elevado y alguno de ellos Puede no terminar la carrera.

"El campeonato mundial está en juego. Por tanto, me siento muy motivado para derrotar a Eriksson", confesó McRae, de 28 años, al término de la jornada de ayer. Sin embargo, nadie da el rally por decidido. "La batalla sigue abierta", aseguré Kankkunen. "Tuve muchos problemas con mi suspensión y eso convirtió la jornada en muy dura para mí. Pero hemos realizado muchos cambios en el coche y creo que podemos realizar un excelente papel".

Tras los abandonos de Sainz y Auriol, Kankkunen aplica en Australia su táctica predilecta: esperar a ver qué pasa, tomando los menos. riesgos posibles y aguardando el fallo de los rivales. Es la manera de correr que le ha llevado al éxito, a ganar 21 rallies y cuatro títulos mundiales.

Sainz modificó ayer las declaraciones que había realizado en las horas posteriores a su forzado abandono. El piloto madrileño se mostró algo más optimista.

La situación actual me permite seguir aspirando al título mundi"al", dijo. "Pero creo que es pronto todavía para especular. Hay que ver lo que ocurre en la última jornada de este rally y comprobar después el desarrollo del Rally Catalunya. Sin embargo, es evidente que tal como van ahora las cosas, podemos llegar al RAC Rally con cuatro pilotos aspirando al triunfo en el mundial".

Para Sainz, la operación perfecta en el desenlace del Rally de Australia sería el triunfo de cualquiera de los pilotos de Mitsubishi y que McRae acabara tercero, relegando a Kankkunen a la cuarta. posición. Ese resultado colocaría al tetracampeón al frente del Mundial, pero su ventaja no sería tan trascendental (sólo, 10 puntos sobre Sainz y 9 sobre Auriol). Estos dos reducirían así el desastre provocado por sus retiradas en la etapa del sábado. Sin embargo, con vistas a las dos últimas pruebas del campeonato, el Catalunya y el RAC, Rally, crecen las opciones de McRae, el compañero de Sainz en Subaru, si finalmente termina entre los tres primeros. Esa situación podría complicar aún más la permanencia de Carlos Sairiz en el equipo Subaru. Si finalmente McRae acaba por delante del español en el Mundial, podría convertirse en el primer piloto de la escudería, que se siente mucho más cerca del escocés que de Sainz. Por otra parte, el español ya indicó que quiere un contrato por dos años.

En la jornada de ayer, el joven escocés, vencedor de, la carrera anterior en Nueva Zelanda, se disputó el liderato con Eriksson, en una de las luchas más igualadas de los últimos tiempos. Como muestra, el hecho de que. figuren empatados después de 386 kilómetros cronometrados. El otro Mitsubishi, el de Makinen, aún está en la lucha.

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