GENTE

EL 'PEREGRINO PIN'

Marcelino Lobato es a sus 43 años uno de los muchos peregrinos "reincidentes" del Camino de Santiago. Vestido con indumentaria medieval que él mismo confeccionó recorre cada año la ruta jacobea en busca de la paz interior arrebatada durante meses por su trabajo en una fábrica de moldes de caucho de La Rioja. Su fisonomía de monje barbudo hace que algunos le confundan con un eremita del siglo XX y la vestimenta contribuye a ello a la perfección. Una calabaza hueca le proporciona una estupenda reserva de agua para el camino, en el zurrón lleva lo indispensable para la jornada, incluido un bu...

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Marcelino Lobato es a sus 43 años uno de los muchos peregrinos "reincidentes" del Camino de Santiago. Vestido con indumentaria medieval que él mismo confeccionó recorre cada año la ruta jacobea en busca de la paz interior arrebatada durante meses por su trabajo en una fábrica de moldes de caucho de La Rioja. Su fisonomía de monje barbudo hace que algunos le confundan con un eremita del siglo XX y la vestimenta contribuye a ello a la perfección. Una calabaza hueca le proporciona una estupenda reserva de agua para el camino, en el zurrón lleva lo indispensable para la jornada, incluido un buen chuletón de 500 gramos cuyo recuerdo le hace aligerar los últimos pasos hacia el albergue siguiente. Usa bordones de Villadangos del Páramo y junto a ellos, en pergamino escrito a tinta, la bula medieval que demanda hospitalidad y buenos alimentos gratis. Marcelino Lobato dice haber recorrido a pie más de 3.600 kilómetros en sus nueve rutas consecutivas, es conocido como el peregrino pin por todos los hospitaleros debido al gran número de ellos que penden de su sayón y asegura que el Camino le ha cambiado la vida: "Soy una persona diferente, más humana. Ahora valoro muchas cosas sencillas que antes ni sabía que existían...".-

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