Olazábal renuncia a la Copa Ryder

El jugador español, que sigue con molestias en el pie, será relevado por el galés Ian Woosnam

Europa afrontará el reto bianual con Estados Unidos sin su pareja más rentable. José María Olazábal no se alineará con Severiano Ballesteros al renunciar ayer definitivamente a la Copa Ryder, que comenzará el próximo día 22 en Rochester (Nueva York). El vasco no ha mejorado de su lesión en el pie, del que fue operado el pasado mes de febrero. Olazábal, que pese a la lesión había sido seleccionado por el capitán del equipo europeo, Bernard Gallacher, aplazó su decisión hasta el torneo Lancôme, que concluyó el pasado domingo. La cita despejó cualquier duda. "José María me ha dicho que su pi...

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Europa afrontará el reto bianual con Estados Unidos sin su pareja más rentable. José María Olazábal no se alineará con Severiano Ballesteros al renunciar ayer definitivamente a la Copa Ryder, que comenzará el próximo día 22 en Rochester (Nueva York). El vasco no ha mejorado de su lesión en el pie, del que fue operado el pasado mes de febrero. Olazábal, que pese a la lesión había sido seleccionado por el capitán del equipo europeo, Bernard Gallacher, aplazó su decisión hasta el torneo Lancôme, que concluyó el pasado domingo. La cita despejó cualquier duda. "José María me ha dicho que su pie no ha mejorado, incluso está peor", afirmó a Gallacher, horas después de hablar con el español.

No es extraño que el capitán europeo quisiera a Olazábal en el equipo aun mermado físicamente. El jugador de Hondarribia, de 29 años, debutó en la Copa Ryder en 1987. Desde entonces ha disputado las cuatro ediciones celebradas y siempre con Severiano de pareja. De 15 partidos sólo perdieron dos.

Ballesteros y Olazábal han sido decisivos en los éxitos europeos. La Copa Ryder se bautizó en 1927 como duelo entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Hartos de fracasos -en 22 ediciones sólo hubo tres victorias británicas-, en 1979 Gran Bretaña abrió las fronteras a Severiano, que formó pareja con Antonio Garrido. Gran Bretaña se alió con el resto de Europa y alivió el palmarés. Con Severiano, Europa ganó en 1985, y con el cántabro y Olazábál, en 1987 y 1989 (tras un empate que sirvió para retener el título).

Olazábal no estaba clasificado por puntos, pero Gallacher, que tiene derecho a invitar a dos de de los 12 jugadores que integran el equipo, se inclinó por el vasco y el inglés Nick Faldo. El galés lan Woosnam se quedó a las puertas, como primer suplente. Para Gallacher, el relevo demuestra el potencial europeo: "Sustituyo a un ganador del Masters por otro".

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