Marco Van Basten anuncia su retirada del fútbol

El futbolista holandés Marco Van Basten, de 30 años, deja el fútbol. El delantero confesó ayer en Milan que hace dos semanas tenía aún esperanzas de poder superar sus problemas en el tobillo derecho, pero éstas se desvanecieron cuando el doctor Maertens le dijo que eran irreversibles. "Hoy es un día muy triste para mí, pero la vida sigue", dijo el futbolista, obligado a pasar cuatro veces por el quirófano y que no logró que los bisturís curaran su lesión. "No sé si los doctores han ayudado mucho", se quejó, "porque no he mejorado en nada. Incluso, me parece que he empeorado".La última aparició...

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El futbolista holandés Marco Van Basten, de 30 años, deja el fútbol. El delantero confesó ayer en Milan que hace dos semanas tenía aún esperanzas de poder superar sus problemas en el tobillo derecho, pero éstas se desvanecieron cuando el doctor Maertens le dijo que eran irreversibles. "Hoy es un día muy triste para mí, pero la vida sigue", dijo el futbolista, obligado a pasar cuatro veces por el quirófano y que no logró que los bisturís curaran su lesión. "No sé si los doctores han ayudado mucho", se quejó, "porque no he mejorado en nada. Incluso, me parece que he empeorado".La última aparición de Van Basten en un campo de fútbol se remonta al 26 de mayo de 1993, en Múnich, donde, vistiendo la camiseta del Milan, jugó la final de la Liga de Campeones, que ganó el Olympique de Marsella por 1-0. Van Basten apenas jugó 20 minutos y en condiciones penosas. En diciembre de ese mismo año y por consejo de su amigo Johan Cruyff acudió a la clínica del traumatólogo Antonio Viladot. El futbolista quería apurar todas las posibilidades de estar a punto para el Mundial de Estados Unidos. La selección holandesa le ofreció una plaza, pero el Milan le prohibió concursar en el Mundial.

Nacido en Utrecht, Van Basten debutó en el Ajax en 1982 y creció a la sombra de Johan Cruyff, bajo cuya dirección ganó en 1986 la Bota de Oro, galardón que volvería a obtener en dos ocasiones más. Fue proclamado también por tres veces balón de oro europeo. Van Basten fichó por el Milan en 1988, donde coincidió con sus compatriotas Gullit y Rijkaard. Desde 1990 se sometió a varias intervenciones quirúrgicas en la rodilla y en el tobillo y sus reapariciones en el conjunto dirigido por Fabio Capello fueron tan ansiadas por los aficionados como esporádicas.

"Ahora", dijo ayer, "cuando me pongo en pie siento que el tobillo me duele. Ni siquiera puedo jugar al tenis con los amigos". Las lesiones no han tenido piedad para un jugador considerado como uno de los delanteros más brillantes de la historia del fútbol. Van Basten, junto a Gullit y Rijkaard, superó a la Quinta del Buitre del Madrid en las semifinales de la Copa de Europa de 1989. Por ello, el máximo exponente de esa quinta, Butragueño, no tuvo reparos en definirle como el "mejor delantero del mundo". El jugador holandés comunicó ayer su retirada al concluir su contrato con el Milan, que le rendirá hoy un homenaje en un partido contra el Juventus. Su mujer, Liesbeth -Van Basten se casó hace dos años asido a unas muletas-, llegó a confesar: "Llegas a un punto en que cualquier cosa es mejor que el dolor, mejor que sentirse inválido... Al menos, ahora está en paz consigo mismo. Que no deja de ser mucho".

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