LA GUERRA DEL FÚTBOL

El futuro del Celta y del Sevilla, a votación

La LFP convoca una asamblea para el miércoles en la que se decidirá si el campeonato lo disputan 22 equipos

La Liga de Fútbol Profesional tiene de nuevo en sus manos el futuro del Celta y del Sevilla. Ayer, los comités deportivo y de finanzas convocaron a los clubes a una asamblea extraordinaria para el próximo miércoles. Una votación decidirá el futuro de estos dos equipos. La inhabilitación de los directivos de los dos clubes sería el precio que deberían pagar por mantenerse. Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, acudió a la LFP para pedir la solidaridad de los equipos, los cuales podrían arrancar del CSD, a cambio, más dinero procedente de las quinielas. Los presidentes se m...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Liga de Fútbol Profesional tiene de nuevo en sus manos el futuro del Celta y del Sevilla. Ayer, los comités deportivo y de finanzas convocaron a los clubes a una asamblea extraordinaria para el próximo miércoles. Una votación decidirá el futuro de estos dos equipos. La inhabilitación de los directivos de los dos clubes sería el precio que deberían pagar por mantenerse. Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, acudió a la LFP para pedir la solidaridad de los equipos, los cuales podrían arrancar del CSD, a cambio, más dinero procedente de las quinielas. Los presidentes se muestran divididos y su opinión varía según pasan las horas. El Logroñés, descendido este año, ha aprovechado y pide que se le reintegre en Primera si se amplía la Liza.

Más información

El fútbol ha optado por tomarse una tregua en su particular guerra hasta el próximo miércoles, día en que la Asamblea Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se pronunciará sobre la permanencia de Sevilla y Celta en Primera División. La reunión de ayer de las comisiones Deportiva y de Finanzas de la LFP apenas sirvió para hacer oficial lo sabido: que será la Asamblea la que decida en una reunión sobre la que planeará la alargada sombra del Consejo Superior de Deportes (CSD). Y éste ya se ha pronunciado con claridad: quiere una Liga de 22 equipos. A cambio propone una reducción de la Primera División a 18 equipos en el plazo de dos temporadas y una Segunda con dos grupos de 16 equipos. Una vieja aspiración de muchos que se asemeja al panorama futbolístico europeo.Pero, de momento nada está claro. Las opiniones de los directivos cambian según pasan las horas. Hay muchos intereses en juego. Un ejemplo: 11.30 horas. Javier Pérez, presidente del Tenerife y miembro de la citada comisión de Finanzas, entraba en los locales de la LFP y declaraba lo siguiente: "No aceptaremos una Liga de 22. La Primera División la deben componer sólo 20 equipos". 15.30 horas. Javier Pérez sale de la sede de la Liga y afirma: "Sigo pensando que 22 equipos dañarían al fútbol español, pero quizá nos convenga a todos tomar esa medida".

La guerra de despachos devolvió ayer el conflicto a los comités deportivo y de finanzas de la LFP, los mismos que mandaron a Celta y Sevilla a Segunda B el pasado 1 de agosto. Sus miembros acordaron conovocar una asamblea general extraordinaria para el próximo día 16 de agosto, a las 10.30. Es la única salida posible. En esa sesión se someterá a consulta el futuro de estos dos clubes.

Sin Zaragoza ni Osasuna

La reunión urgente de estas comisiones provocó viajes relámpago de muchos presidentes, a estas alturas del verano de vacaciones. Así Ramón Mendoza, presidente del Madrid, llegó desde Biarritz (Francia). Sólo faltaron los representantes de Zaragoza y Osasuna, que delegaron su voto, en caso de que hubiera habido votación, en Antonio Baró, presidente de la Liga.Pero no hizo falta votar. Nadie se negó a que fuera la Asamblea extraordinaria la que tome la que se aventura como la decisión definitiva. Serán 38 los clubes que el miércoles se pronuncien. Los 20 que ya están en Primera, incluidos Albacete y Valladolid, y los 18 de Segunda, entre los que no figuran Leganés y Getafe.

Celta y Sevilla estarán invitados en la sesión pero, en principio, no podrán tomar la palabra ni participarán en una votación que, según los estatutos de la Liga, deberá ser a mano alzada, excepto si un a minoría no especificada solicita que sea secreta.

Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, insiste en pedir solidaridad al mundo del fútbol. Ayer quiso explicar en la sede de la LFP la decisión del CSD. "He transmitido el fondo de nuestra resolución y he hecho hincapié en que no hay condicionamiento alguno o presión. El fútbol tiene entera libertad para decidir su futuro".

Las referencias que Cortés Elvira hace a la solidaridad de los clubes parece no haber caído en saco roto. Todos los presentes en la reunión apelan a ella para manifestar su propósito de buscar la mejor solución posible dentro del conflicto.

Hace pocos días, casi nadie aceptaba una Liga de 22 equipos. La intención parece cambiar levemente. Los clubes de Segunda se han convertido en aliados del Sevilla y del Celta. La referencia del CSD a la posible invitación a Sevilla y Celta para que jueguen en Segunda División ha creado pánico entre todos aquellos equipos que creen poder optar, deportivamente, al ascenso a Primera. Y éstos son muchos. Los grandes son los más reticentes. Temen que tantas jornadas de Liga afecten sus competiciones europeas. Otros temen que sus arcas se resientan.

José María del Nido, presidente del Sevilla, y Horacio Gómez, del Celta de Vigo, acudieron ayer a la Liga a reclamar ayuda. Pidieron a sus compañeros comprensión: "Que se pongan en nuestro lugar. Estamos viviendo una auténtica pesadilla".

El Sevilla, además, debió cumplir un último trámite burócratico. Los dirigentes habían mandado los documentos acreditativos del controvertido aval dentro del recurso al CSD, por indicación de la Liga. Ayer tuvieron que hacer de nuevo uso del fax para enviar esos papeles a la Liga. Y por olvidar esos papeles el 31 de julio comenzó el conflicto.

Archivado En