Clima de complicidad

El destino en sus manos no ha obtenido audiencias masivas durante las semanas que ha durado su emisión. Debido en parte a ello, el programa atrasó su horario de emisión un par de horas. En compensación, el horario de la medianoche sirvió para acentuar un cierto clima de complicidad entre quienes estaban a un lado y a otro de la pantalla. Un clima que se respiraba, también en el estudio. El miércoles de la semana pasada, media hora antes de comenzar la grabación, dos grupos conversaban animadamente en las salas contiguas a uno de los. estudíos de la primera cadena de Televiión Española. ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El destino en sus manos no ha obtenido audiencias masivas durante las semanas que ha durado su emisión. Debido en parte a ello, el programa atrasó su horario de emisión un par de horas. En compensación, el horario de la medianoche sirvió para acentuar un cierto clima de complicidad entre quienes estaban a un lado y a otro de la pantalla. Un clima que se respiraba, también en el estudio. El miércoles de la semana pasada, media hora antes de comenzar la grabación, dos grupos conversaban animadamente en las salas contiguas a uno de los. estudíos de la primera cadena de Televiión Española. A un lado, la presentadora, Gemma Nierga, y los cuatro invitados de esa noche que debatieron sobre la conveniencia de que una profesional abandone su trabajo para seguir a su marido a otro país: la actriz Charo López, el bailarín Antonio Ruiz y los periodistas Antoinio Albert y Cristina García Ramos. Al otro lado, los actores de la serie que, como cada miércoles, se sentaron a esperar la decisión de los espectadores sobre el rumbo que les correspondía tomar a los personajes que interpretaban. Esa noche decidieron que la ginecóloga se quedaba en Madrid.

Más información

Archivado En