NECROLÓGICAS

Antolín Palomino, encuadernador

Una de las figuras fundamentales de la historia de la encuadernación española, Antolín Palomino Olalla, de 81 años, falleció el miércoles en Madrid. Antolín Palomino aprendió el arte de la encuadernación por casualidad, a través de la ventana del cuarto donde convalecía de una enfermedad siendo un niño. Vivía frente al taller de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en la madrileña calle de Juan Bravo, y con ellos aprendió los primeros rudimentos del oficio.Años después se establecería por su cuenta, llegando a ser uno de los mejores encuadernadores no sólo del momento, sino de toda la hist...

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Una de las figuras fundamentales de la historia de la encuadernación española, Antolín Palomino Olalla, de 81 años, falleció el miércoles en Madrid. Antolín Palomino aprendió el arte de la encuadernación por casualidad, a través de la ventana del cuarto donde convalecía de una enfermedad siendo un niño. Vivía frente al taller de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en la madrileña calle de Juan Bravo, y con ellos aprendió los primeros rudimentos del oficio.Años después se establecería por su cuenta, llegando a ser uno de los mejores encuadernadores no sólo del momento, sino de toda la historia de este arte. Realizó numerosas obras para los mejores coleccionistas españoles. Sus trabajos llegaron a ser uno de los regalos imprescindibles con los que se agasajaba a los mandatarios extranjeros que llegaban a España. La labor de Palomino se distinguió siempre por su, absoluta perfección técnica.

Tras varias décadas de trabajo llegó a reunir la segunda colección más importante del país de herramientas de encuadernación, después de la del maestro catalán Emilio Burgalla. Colección de hierros que fue adquirida por el Ayuntamiento de Madrid siendo alcalde Enrique Tierno Galván, y que permanece en la Imprenta Artesanal de la Villa. A partir de entonces, y hasta su muerte, Antolín Palomino trabajó en dicha imprenta, dedicando sus últimos años a impulsar el desarrollo de la encuadernación y a evitar que sus habilidades se perdieran con su desaparición. Últimamente empleaba gran parte de su tiempo en el diseño de papeles pintados para decorar las guardas de los libros.

Nacido en Fuentenebros (Burgos) recibió numerosas distinciones a lo largo de su vida, entre ellas la Medalla de Oro de Bellas Artes, la Cruz de Caballero de Isabel la Católica, la Encomienda al Mérito Civil, la Encomienda de Isabel la Católica y la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid.-

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