Bruguera despierta admiración

La tensión desapareció en el rostro de Silvia, la madre de Sergi, en el momento en que Bruguera se aseguró el pase a los octavos de final. La lluvia había obligado a Sergi a acabar de concretar su victoria sobre el neozelandés Brett Steven (48 mundial) un día más tarde. Pero ayer entró en la pista y ganó los tres juegos que le faltaban. Su victoria se concretó en 6-3, 6-2, 6-4. Bruguera fue el sexto español en llegar a octavos. Sin embargo, ahora ya son menos. Álex Corretja fue derrotado por el ruso Yevgeny Kafelnikov por 6-3, 6-2, 6-2. La gran sorpresa española la protagonizó el leridano Albe...

La tensión desapareció en el rostro de Silvia, la madre de Sergi, en el momento en que Bruguera se aseguró el pase a los octavos de final. La lluvia había obligado a Sergi a acabar de concretar su victoria sobre el neozelandés Brett Steven (48 mundial) un día más tarde. Pero ayer entró en la pista y ganó los tres juegos que le faltaban. Su victoria se concretó en 6-3, 6-2, 6-4. Bruguera fue el sexto español en llegar a octavos. Sin embargo, ahora ya son menos. Álex Corretja fue derrotado por el ruso Yevgeny Kafelnikov por 6-3, 6-2, 6-2. La gran sorpresa española la protagonizó el leridano Albert Costa que eliminó a Jim Courier (EEUU, 13º) por 6-4, 1-6, 7-6 (74), 6-4. El estadounidense había centrado gran parte de su temporada en Roland Garros. Se hablaba poco de él pero todo el mundo pensaba que era uno de los tres máximos aspirantes al título. Sin embargo, Albert, que el día 25 cumplirá 20 años, le trajo de cabeza tanto con su drive como con su revés, y le colocó un buen número de puntos directos de saque. El partido se decidió en la muerte súbita del tercer set. Courier pensó que el brazo del español temblaría y en cambio se encontró con un jugador inesperadamente sólido. En el set final, Costa logró un break en el séptimo juego que fue definitivo. En la próxima ronda habrá de enfrentarse al jugador más en forma del torneo, el austríaco Thomas Muster, que lleva 32 partidos sin conocer la derrota sobre tierra batida."Era muy importante pasar la primera semana", confesó después Silvia. "Habría sido muy duro ser campeón y perder antes del primer domingo". Su preocupación aparecía como algo casi incomprensible para sus interlocutores. Visto desde fuera el problema no existe. "Este año", confiesa Sergi, "me siento algo más distendido que los anteriores. En 1993 jugué mi mejor tenis. El año pasado fue muy duro. Sentía mucha tensión y demasiados nervios. Esta vez no juego como el primer año, pero tengo confianza y estoy más tranquilo".

Sus primeros rivales no han sido fáciles. Pero los ha ido superando con cierta comodidad y sin perder ninguna manga. Frente a Steven, un jugador de ataque con un gran servicio y un excelente revés, volvió a demostrar que su punto de mira está bien afinado y que su rifle está perfectamente engrasado. Las armas están a punto. En la cabeza de Sergi ya sólo bulle una idea: el tercer título de Roland Garros. Y la idea va tomando forma.