La insoportable soledad de un joven obispo

El prelado de Basilea se ve obligado a dimitir tras dejar embarazada a su novia

El más joven obispo católico de Suiza ha dimitido tras haber dejado embarazada a su novia, según informó ayer la diócesis de Basilea. El obispo Hansjoerg Vogel, de 44 años, reconoce en una carta pública haber recurrido a una mujer para poder afrontar la presión de su nuevo cargo tras convertirse en la cabeza visible de la diócesis de Basilea, de un millón de feligreses, en enero de 1994."Esta relación ha desembocado en un embarazo", ha escrito Vogel en la carta dirigida al clero y a la congregación de su diócesis. Basilea es la segunda ciudad más grande de Suiza, situada cerca de la frontera c...

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El más joven obispo católico de Suiza ha dimitido tras haber dejado embarazada a su novia, según informó ayer la diócesis de Basilea. El obispo Hansjoerg Vogel, de 44 años, reconoce en una carta pública haber recurrido a una mujer para poder afrontar la presión de su nuevo cargo tras convertirse en la cabeza visible de la diócesis de Basilea, de un millón de feligreses, en enero de 1994."Esta relación ha desembocado en un embarazo", ha escrito Vogel en la carta dirigida al clero y a la congregación de su diócesis. Basilea es la segunda ciudad más grande de Suiza, situada cerca de la frontera común de Francia y Alemania. "Tengo que reconocer que no era posible seguir por más tiempo afrontando mis responsabilidades con credibilidad", ha escrito Vogel.

Vogel comentó ayer que le gustaría reflexionar ahora sobre su futuro: "Para ello, me apartaré en paz e intentaré encontrarme a mí mismo otra vez".

Un portavoz de la diócesis declinó hacer comentario alguno cuando fue preguntado sobre si el niño de Vogel ha nacido ya o no.

La oficina del obispo señaló ayer que el papa Juan Pablo II ha aceptado la dimisión de Hansjoerg Vogel, con efecto desde ayer mismo. En la diócesis de Basilea se celebró una reunión durante el jueves y parte del viernes para debatir la sucesión del obispo.

Vogel dijo que tenía la certeza de que su dimisión desencadenaría un nuevo debate acerca del celibato. "Habrá nuevas dudas acerca de si un sacerdote puede mantener su decisión de ser célibe", escribe Vogel, que añade dirigiéndose al clero: "Yo os pido que no estéis confusos por el paso que he dado. Estoy convencido de que es posible sobrellevar el celibato durante toda la vida. Solamente yo me he desviado y he hecho daño, por lo que pido de corazón vuestro perdón".

Vogel era conocido como un hombre moderado y conciliador entre las diversas corrientes en los debates eclesiásticos sobre el dogma de la Iglesia católica, incluyendo el futuro del celibato en el sacerdocio. Queda por ver qué efectos tendrá esta dimisión en un país en el que el 47% de la población es católica y el 40% es protestante.

La dimisión de Vogel se produce sólo unas semanas después de que la Iglesia católica en la vecina, Austria se tambalease por las declaraciones de abusos sexuales con niños y jóvenes por parte de diversos miembros del clero y, especialmente, por parte del cardenal austriaco Hans Hermann Groer.

El pasado mes de marzo, un antiguo alumno del cardenal Groer aseguró públicamente que en los años setenta había sufrido abusos sexuales por parte del cardenal de Austria. Groer, de 75 años, ha rechazado tales acusaciones, pero a raíz del consiguiente escándalo se han conocido casos similares en aquel país.

El papa Juan Pablo II ha condenado reiteradamente a los sacerdotes que rompen su voto de castidad. En 1993, tras una tormenta de escándalos sexuales en Estados Unidos e Irlanda relacionados con el clero, el Papa urgió a la Iglesia a ser cuidadosa, en el reclutamiento de sacerdotes.

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