28 MAYO

Ni ganar ni perder, sino todo lo contrario

Pero, ¿hemos ganado o no? Sin duda. Julio Anguita y la gente mas cercana al coordinador general están convencidos de que estas elecciones han sido un auténtido triunfo. Izquierda Unida, según estas apreciaciones, ha cumplido todos sus objetivos: ha obtenido una representación institucional que no tenía, ha logrado mayor número de votos que en los últimos comicios y ello a pesar de que no presentó candidaturas en todas las circunscripciones, ha conseguido ciudades como Málaga que eran para IU un auténtico reto. Y, sobre todo, se ha hundido el PSOE.El triunfo no está tan claro para el sector ren...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Pero, ¿hemos ganado o no? Sin duda. Julio Anguita y la gente mas cercana al coordinador general están convencidos de que estas elecciones han sido un auténtido triunfo. Izquierda Unida, según estas apreciaciones, ha cumplido todos sus objetivos: ha obtenido una representación institucional que no tenía, ha logrado mayor número de votos que en los últimos comicios y ello a pesar de que no presentó candidaturas en todas las circunscripciones, ha conseguido ciudades como Málaga que eran para IU un auténtico reto. Y, sobre todo, se ha hundido el PSOE.El triunfo no está tan claro para el sector renovador. Juan Berga, de Nueva Izquierda, decía, por ejemplo, que si bien eran ciertos todos esos logros, se habían perdido algunos objetivos que, desde un punto de vista de izquierdas, resultan fundamentales. A saber: no se ha derrotado ni frenado a la derecha, IU no se ha convertido en la referencia necesaria para la gobernabilidad, ni es todavía la fuerza hegemónica de la izquierda, y, lo que es peor, estas elecciones y sus resultados no han servido para reflexionar serenamente sobre el futuro de IU y el futuro de toda la izquierda. "¿Qué va a pasar mañana?", se pregunta Berga.

Más información

Es la misma desazón que en la noche del día 28 mostraban Diego López Garrido, Cristina Almeida, Isabel Villalonga o Franco González. Pero en esa noche electoral, entre las trompetas triunfales, las fanfarrias y los vítores de alegría, no estaba nadie para oír angustias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En