La salida de Duque no anima al Getafe

Los madrileños pinchan ante un rival directo por la permanencia

Luis Sánchez Duque, el ex entrenador getafense que fue destituido el pasado lunes, no era el único culpable. Ésa es la lectura de una nueva derrota, esta vez, ante un directo rival para eludir el descenso. El Getafe volvió a perder y se hunde en los puestos de descenso. Por, su parte, El Bilbao Athletic dio un paso importante para eludir el descenso y, al tiempo, abrió, un hueco de cuatro puntos con un rival directo, el Getafe, a quien se impuso en un partido de escasa calidad.A los locales les costó entrar en juego ante un rival incómodo, que presionaba bien y, que, si bien se mostraba incapa...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Luis Sánchez Duque, el ex entrenador getafense que fue destituido el pasado lunes, no era el único culpable. Ésa es la lectura de una nueva derrota, esta vez, ante un directo rival para eludir el descenso. El Getafe volvió a perder y se hunde en los puestos de descenso. Por, su parte, El Bilbao Athletic dio un paso importante para eludir el descenso y, al tiempo, abrió, un hueco de cuatro puntos con un rival directo, el Getafe, a quien se impuso en un partido de escasa calidad.A los locales les costó entrar en juego ante un rival incómodo, que presionaba bien y, que, si bien se mostraba incapaz de crear peligro, inquietaba por la posibilidad de alcanzar su objetivo de empatar a cero. Los bilbaínos vieron la luz en el minuto 35, cuando Caballero salió al borde del área para despejar de puños con el fin de evitar el remate de Bolo y el balón llegó a pies de delantero Raúl Otxoa, quien lanzó una gran vaselina desde más de treinta metros y alojó el balón en la red.

Antes del descanso, el Getafe pudo sorprender a los locales, pero el cabezazo de Mozos en el minuto 45 al saque de falta por parte de Villa se encontró con el travesaño. En la reanudación, con el Getafe más adelantado, el Athletic llegó a pasar apuros, más por el temor de perder un, punto importante que por el peligro real de los madrileños, que demostraron repetidamente su nulidad ofensiva.

Fueron, por el contrario, los bilbaínos quienes dispusieron de las más claras ocasiones, pero Álvaro empalmó alto en el minuto 65 en buena posición, y Lambea, en tiempo añadido, no supo qué hacer con el balón tras recibir un pase de la muerte de Bolo, con el guardameta batido..

Archivado En