La solución, en Madrid
El Anway forzó el tercer partido con un gran primer tiempo
El Real Madrid traicionó sus principios en Zaragoza y tiró por la borda, en una primera parte muy floja prácticamente todas sus opciones de asegurarse la clasificación para las semifinales de la Liga. Ante el Amway olvidó la defensa con que ha obtenido sus mejores éxitos y dejó que los aragoneses llevaran el partido por la senda en la que pueden lucir todo su potencial: velocidad y abundancia de juego exterior.El conjunto de Obradovic no tuvo nada que ver con el que hace una semana, en esta misma cancha, conquistó la Liga europea. Santos, el mejor marcador madridista, no fue capaz de controlar...
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El Real Madrid traicionó sus principios en Zaragoza y tiró por la borda, en una primera parte muy floja prácticamente todas sus opciones de asegurarse la clasificación para las semifinales de la Liga. Ante el Amway olvidó la defensa con que ha obtenido sus mejores éxitos y dejó que los aragoneses llevaran el partido por la senda en la que pueden lucir todo su potencial: velocidad y abundancia de juego exterior.El conjunto de Obradovic no tuvo nada que ver con el que hace una semana, en esta misma cancha, conquistó la Liga europea. Santos, el mejor marcador madridista, no fue capaz de controlar a Toolson en ningún momento y cuando el astro americano suelta la mano el Amway resulta prácticamente imparable. Si a esta circunstancia se añade que Sabonis deja de ser el amo de la zona, las posibilidades del equipo blanco quedan bajo mínimos. Y anoche, Bannister no sólo le superó, sino que le perdió el respeto al lituano. Obradovic probó en los primeros veinte minutos de todo. Pero resultó infructuoso. El Amway fue cobrando ventajas, que alcanzaron los 21 puntos (46-25) a cinco minutos para el descanso.
Sólo el acierto anotador de Arlauckas y el genio de Sabonis, en los tres minutos finales, evitaron que el conjunto blanco se marchara al descanso desahuciado
En la segunda mitad, el Madrid enderezó la situación. Situó su defensa en el nivel de dureza habitual y dificultó las acciones de los hombres exteriores del Amway. Pero la amplia diferencia garantizaba al equipo zaragozano su presencia en el tercer y decisivo partido, el domingo, en Madrid.