Marco pone al PSOE aragonés al borde del cisma al enfrentarse a la ejecutiva federal

El enfrentamiento del secretario regional del PSOE en Aragón, y ex presidente regional, José Marco, con la dirección federal socialista, al cuestionar la designación del candidato a las próximas elecciones autonómicas, ha colocado a este partido al borde del cisma en la comunidad aragonesa. Los renovadores han pedido a Marco que abandone su cargo para permitir un proceso electoral "en condiciones", a raíz de la difusión de las conclusiones a las que ha llegado la comisión parlamentaria que investigó las actividades del ex presidente durante su etapa como cargo público.Según fuentes de la direc...

El enfrentamiento del secretario regional del PSOE en Aragón, y ex presidente regional, José Marco, con la dirección federal socialista, al cuestionar la designación del candidato a las próximas elecciones autonómicas, ha colocado a este partido al borde del cisma en la comunidad aragonesa. Los renovadores han pedido a Marco que abandone su cargo para permitir un proceso electoral "en condiciones", a raíz de la difusión de las conclusiones a las que ha llegado la comisión parlamentaria que investigó las actividades del ex presidente durante su etapa como cargo público.Según fuentes de la dirección regional socialista, Marco ha sido citado ya a Madrid para mañana lunes, ante la situación creada con su "atrincheramiento" en el partido. La mitad de los miembros de la ejecutiva socialista en Aragón ha decidido no colaborar más con el secretario general y solicitar la creación de una comisión gestora que lleve el rumbo del partido hasta después de las elecciones. Entonces podrá celebrarse un congreso extraordinario que renueve la cúpula socialista en la comunidad.

La trascendencia de las actividades de Marco en el poder institucional: enriquecimiento irregular y espionaje político con fondos públicos, según la comisión parlamentaria que le ha investigado, han precipitado el proceso de renovación interna. En la reunión celebrada el viernes por la ejecutiva regional, los renovadores, encabezados por el candidato designado por los órganos federales, Marcelino Iglesias, exigieron a Marco el cese de sus presiones sobre el resto de los compañeros y su renuncia inmediata. El ex presidente reaccionó virulentamente diciendo a los renovadores que fueran ellos quienes abandonasen el partido.