El Celta asoma una tímida recuperación

El Sporting jugó muy ofensivo, pero Gudelj resolvió en tres minutos

Hay momentos que marcan una Liga. El Celta vivió el suyo hace dos meses, y desde entonces ha permanecido presa del éxito alcanzado el 21 de diciembre ante el Deportivo. Hasta ayer no pudo sacudirse el maleficio de Riazor, pero culminó así una tímida recuperación de identidad iniciada siete días antes en San Mamés. Su víctima fue un Sporting alegre, que oxigenado por la etiqueta de matagigantes y por el éxito copero no dudó en plantear el partido con tanta ambición ofensiva como el Celta. Lo pagó con los dos puntos, y propició la primera victoria celeste en Balaídos desde noviembre.Tal fue el d...

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Hay momentos que marcan una Liga. El Celta vivió el suyo hace dos meses, y desde entonces ha permanecido presa del éxito alcanzado el 21 de diciembre ante el Deportivo. Hasta ayer no pudo sacudirse el maleficio de Riazor, pero culminó así una tímida recuperación de identidad iniciada siete días antes en San Mamés. Su víctima fue un Sporting alegre, que oxigenado por la etiqueta de matagigantes y por el éxito copero no dudó en plantear el partido con tanta ambición ofensiva como el Celta. Lo pagó con los dos puntos, y propició la primera victoria celeste en Balaídos desde noviembre.Tal fue el descaro del Gijón que llegó a superar en efectivos ofensivos a los de casa. Aimar es tan capaz de presentarse con dos puntas en Riazor como de recibir al Sporting de los tres negativos con Gudelj bregando en solitario. El bosnio está en racha. Acabó en tres minutos, los que van del 60 al 63, con las aspiraciones de García Remón. Con los de ayer, son diez los goles en lo que va de temporada del bosnio, que atraviesa su mejor momento desde que con su inspiración ascendió al equipo a Primera.

Cabía pensar que el partido no estaba dando motivos para la improvisación táctica, porque las mejores ocasiones llegaron en esos primeros 30 minutos. El encuentro aún se debatía en la indefinición cuando Michel envió alto un balón que enganchó en solitario a escasos diez metros de la portería. No se había llegado al minuto 20 cuando entre Avelino y Ablanedo sacaban de debajo del travesaño un remate de Berges. Envalentonado por los errores ofensivos de su rival, Lediakhov cogió la manija y puso cerco a la portería de Villanueva. Sabou llegó a sacar cuatro córneres consecutivos ante la incapacidad defensiva del Celta.

Pero Gudelj rompió el partido. Primero al aprovechar un pase de Merino de espaldas a la portería. Se revolvió y colocó el balón donde Ablanedo no podía llegar. Balaídos todavía tomaba aire cuando Villanueva sacó largo. El goleador céltico controló el esférico en escorzo con la punta de su bota, recuperó la vertical, se escoró a la derecha y clavó el balón en lo más profundo de la portería.

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